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Rocío Carrasco, sobre Antonio David: "Embarazada, me sacó medio cuerpo por la ventana"

La hija de Rocío Jurado ha vuelto a dar detalles sobre su vida personal y respecto a su matrimonio con Antonio David Flores en los capítulos dos y tres de su docuserie.

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Imagen de Rocío Carrasco.

Este domingo ha tenido lugar la segunda entrega del documental de Rocío Carrasco, llamado 'Rocío. Contar la verdad para seguir viva'. En ella se han podido ver los capítulos 2 y 3, siendo el primero de ellos sobre el embarazo de Rocío Flores, su boda y la infidelidad que le lleva a separarse de Antonio David Flores. Este capítulo estaba bajo el nombre de 'Se nos rompió el amor'.

Después, en el capítulo 3 habla de su divorcio del exguardia civil, de sus infidelidades, de las supuestas agresiones que sufrió y de su segundo hijo. El capítulo recibe el nombre de 'Ese hombre'.

Su primer embarazo

"Encontramos un piso súper guapo. Al poco tiempo de estar allí, yo sola, me hice un predictor. Soy una persona muy regular, y al ver que tenía una falta supe que estaba embarazada, y efectivamente, estaba embarazada. Creo que fue uno de los días más felices de mi vida, con 18 años. Iba a cumplir mi sueño: tener un hijo".

"Me acuerdo que esta persona estaba subido a una escalera colocando unas cenefas en lo alto, al lado del techo. Le dije que estaba embarazada y se cayó al suelo y se hizo una herida en la frente. Él me dijo que eso no podía ser, que no podía pasar. Yo sé que él sabía que si dentro de mí existía la más mínima posibilidad de no tenerlo, yo haría lo contrario. Le pedí a mi persona de más confianza, Cristina Cárdenas, que fuese a la farmacia a hacer la prueba. Lo hizo y se lo vendió a una revista. Por suerte, yo ya había viajado a ver a mi familia para contárselo. Ella era mi amiga, y terminó siendo una decepción".

"Fui a Málaga a ver a mi madre, y cuando entré en el camerino sonrió y me dijo: '¿estás preñada a que sí?' y dije 'sí'. Pero la reacción de mi padre fue totalmente diferente. Cuando se lo dije me dio un bofetón y la cabeza me dio vueltas. Me dijo: 'Te lo dije, te ha arruinado la vida'. Después me dio un abrazo y me dijo que había sido tonta, que él [Antonio David Flores] había conseguido lo que quería. Su madre me dijo que podría llamar al niño Juan Pedro y no Pedro Juan (el padre de Antonio David se llamaba Juan y el de Rocío Pedro Juan). Te has quedado embarazada por mi hijo, no con un dedo".

Su boda con Antonio David Flores

"Fue idea de mi madre y mi tío Amador. Nosotros no organizamos nada. Estaba embarazada de 3 meses y la boda no fue una imposición sino una guía. Era mi deseo no voy a decir que no quería. Fue un día muy feliz. El look fue muy criticado, pero lo diseñé yo. Ya no tengo ni fotos ni alianza. La tiré por el váter y se la llevó el agua. No quiero tener nada que ver con esta persona".

"La exclusiva por la boda y la luna de miel fueron unos 36 millones de pesetas. Mi tío Amador era el intermediario y se llevaba beneficio. Nadie sabía a dónde íbamos de luna de miel. Solo mi tío. Con ese dinero pudimos pagar la boda y todo lo que eso conlleva".

"Mi tío Amador quería ser mi representante, pero yo no quería trabajar con él, y así fue. De luna de miel fuimos a las Islas Mauricio. Sonó el teléfono de la habitación y alguien me habla en inglés, pero conocía la voz. Era Carlos, un fotógrafo amigo de mi familia. Colgué y le advertí de que un fotógrafo estaba allí. Cuando volvimos a España se publicaron las fotos. La única persona que lo sabía era Amador y el director de la revista".

La llegada de Rocío Flores

"Mi madre me dijo que iba a ser una niña, y cuando me enteré de que de verdad era una niña, yo me volví loca. Otra Rocío para la familia. Rocío nació el 13 de octubre del 96. Era una muñeca. Tenía los ojos azules de su abuelo. Para mí fue el día más feliz de mi vida. Para él no lo sé, pero sí sé que para él fue el más rentable".

"Mi madre miraba a la niña y lloraba. Mi padre moría también con su nieta. Yo me pasaba el día con la niña. Con ella hacía absolutamente todo. Antonio David con la niña era locura también, pero estaba menos con ella porque empezó a trabajar. Hasta que me separé me pareció un muy buen padre".

"Nos quedamos un mes en Madrid porque yo era primeriza y tenía 18 años y mi madre quería estar al tanto de cómo me desenvolvía. Entonces estuvimos un mes en casa de mi madre. Cuando me quedé embarazada de Rocío, noté un cambio en él a mejor hacia mí. Me confié en que siempre iba a ser así. Pero no fue así. A mi madre había cosas que no le gustaban".

Segundo embarazo y la infidelidad de Antonio David

Después, ya habíamos hablado de tener un segundo bebé, y él estaba encantado. Nos fuimos a Chipiona de vacaciones. Allí salíamos todos los días, y empecé a ver cosas que no me gustaban. Cosas con una determinada chica que estaba como camarera, llamada Sonsoles. Noté demasiada complicidad entre ellos, muchos gestos, toqueteos por la cara y le echaba el brazo por encima. Detalles que no eran normales con una persona que acabas de conocer".

"Lo hablé con él y su respuesta fue que yo estaba loca y que el embarazo me estaba afectando a la cabeza. Que las hormonas me estaban sentando fatal. Esto hizo que le tuviese terror a la noche. Yo le decía de hacer otras cosas y me decía ‘si no quieres no vengas yo me voy’. Ahí tenía dos opciones, quedarme en casa o ir con él. Opté por salir porque delante mío se cortaría. Cuando salimos me dijo ‘voy a por una copa’ y yo me quedé con mis amigos y mis primos, y vi que tardaba y fue a buscarle. La curiosidad mató al gato y me lo encontré comiéndose la boca con la tía detrás de la barra".

"Él me ve y yo salgo corriendo del bar llorando y me da un ataque de ansiedad. Me empezó a doler mucho la barriga y empecé a tener pinchazos como si fueran contracciones. Él viene detrás mío y me vuelve a decir ‘estás loca.’ Yo cuando me dice eso empiezo a hiperventilar y a tener un ataque de pánico. Además, yo ahí estaba embarazada de mi segundo hijo. Me dijo: ‘¿te quieres ir a casa? Yo no te llevo, te vas andando porque yo me quedo con esta' y me fui andando a las seis de la mañana llorando por toda la calle. Solo quería meterme en la cama. No se lo iba a contar a nadie. En ese instante decido que yo me separo".

Sobre Antonio David

"Yo nunca me creí que estaba loca, pero sí que me hizo dudar sobre mi actitud y sobre mi verdad. La palabra crueldad lo engloba todo. Yo estaba en la Playa de las Tres Piedras y de repente, estoy tumbada en la arena, me levanto y viene Sonsoles. Él empieza a hablar con ella y a tontear y le pido irme a casa y me dijo lo mismo que aquella noche. ‘Si te quieres ir te vas andando’".

"Le dije que estaba embarazada de cuatro meses y eran las 15:00 horas, y me contestó que se quedaba con ella. Con toda la solana, pasé mucho calor al andar una hora y media hasta llegar a mi casa".

"Sus salidas eran continuas. Un día me cogió del camisón y me sacó medio cuerpo por fuera de la ventana y la barriga me daba en el borde. En ese momento gire la cabeza como pude y le dije: ‘Intenta que cuando llegue abajo me haya matado’. En ese momento tomó conciencia de lo que estaba haciendo y me soltó rápidamente. Él me dijo que eso no pudo haber pasado porque había rejas en la ventana. Pero esa reja se pone en 2010 y tengo el certificado del cerrajero que la pone".

Casi pierde a su segundo hijo

"Un día, hacía mucho calor y me duche. Y de repente vi cómo caía sangre con el agua. Pensé que iba a perder al niño. Vino su hermana corriendo y yo le dije: ‘Luci, el niño, ¿qué me pasa?’ Fui al ginecólogo y me dijo que por el momento no había peligro, que tenía que guardar reposo y estar tranquila".

"Después decidí ir a mi médico de Madrid. Me dijo que guardase reposo y le pedí que me dejase volver a Chipiona, que cuando terminase la fiesta de la Virgen de Regla yo volvería. Así lo hice. Me junté con mi madre en Málaga. No podía contarle lo que me ocurría. Se lo conté años más tarde. Temía por la vida de mi hijo, él me decía que iba a mal parir. Yo sabía que ese embarazo no estaba bien".

Su separación

"Yo no le pude contar a mi madre lo que me estaba pasando. Era algo que me había buscado yo y no quería dar explicaciones, aunque más tarde se lo conté. Un día revisé las llamadas telefónicas y vi que se repetía un número muchas veces. Me empezó a faltar el aire e incluso se me durmieron las manos. El corazón empezó a bombear muy fuerte y me acordé de que mi prima Rosario era amiga de Sonsoles. La llamo y le pido el teléfono de Sonsoles. Los números coincidían. Empecé a llorar y no paré".

"Llorando y con un ataque de pánico le dije que de quién era ese número. ‘Estás enferma, estás loca, los celos te están volviendo loca, me dijo’. Ese teléfono es de Sonsoles y entonces cogí y marqué el número. No me enorgullezco, pero lo hice. Se puso una señora y pregunte por ella y me dijo que no estaba. Dije que era Rocío Carrasco y que era la mujer del novio de su hija. Le dije que preparara una habitación que esta persona se iba para allá. Después se puso a llorar y me dijo que por favor no hiciera eso que era un escándalo. Lo dejé estar y esa conversación terminó cuando me bajé a mi habitación de soltera".

"Llegó junio y tomé la decisión de que ya se acabó y que me separo. Hago las maletas y le digo que me voy a Chipiona con los niños, y que en septiembre presento los papeles de separación. Él entró en cólera y me gritó: 'Te vas a cagar. No vas a saber de dónde te van a venir. Te vas a levantar de una y te va a venir otra'. Mi madre lo escuchó y subió las escaleras corriendo. Se enfrentó a él y este le dijo: 'Tú te callas, Jurado. No conoces a Antonio David Flores'. La acojonó. Se calló, se dio la vuelta y se fue".