¿Quién es Javier Dávila, el histórico concursante que ha vuelto a 'Pasapalabra'?
El nuevo rival de Pablo Díaz amenaza con destronarle, y su pasado corrobora que es un contrincante letal en los programas culturales.
Pablo Díaz lleva ya meses convertido en el rey indiscutible de 'Pasapalabra', pero el tablero de juego puede cambiar drásticamente a partir de ahora. Y es que el concurso presentado por Roberto Leal ha dado de nuevo la bienvenida a Javier Dávila, un veterano del programa que ayer ya se las arregló para quedarse a una sola palabra de completar El Rosco, y que, por tanto, tiene todas las capacidades para lograr arrebatar el bote a Díaz.
Dávila, nacido en Salamanca en 1963, es abogado sindicalista, profesor de Derecho Civil en la Universidad de Cantabria y funcionario del Gobierno cántabro. Además, y aquí está el dato más relevante de su biografía, es un auténtico experto en los concursos televisivos que miden los conocimientos y la rapidez mental de los participantes.
Además de su pasado recorrido por 'Pasapalabra' (durante el cual, por cierto, consiguió eliminar a Marta Terrasa, otra vieja conocida del programa que también ha reaparecido estos días) y por 'Pasapalabra en familia' (en el que cayó eliminado junto a su madre y su hermano), Dávila dejó una huella profunda en 'Saber y Ganar', el formato más longevo de la historia de nuestra televisión.
Por el espacio presentado por Jordi Hurtado pasó en dos ocasiones, primero en 1998, durante 84 programas, y más tarde, en 2006, gracias a la repesca de todos los concursantes que habían logrado desde el estreno del concurso acercarse a las 100 entregas. Algo que Dávila consiguió, junto a un premio de 90.025 euros en total, uno de los más altos que ha entregado 'Saber y ganar' a lo largo de los años.
Así que, visto lo visto, Dávila bien podría dar una vuelta de tuerca a 'Pasapalabra' y frustrar la buena racha de Díaz. Su labor de ayer fue estelar, y a los espectadores les quedó muy claro que durante las próximas entregas van a tener la oportunidad de presenciar un duelo de lo más encarnizado.