Will Smith lamenta haberse distanciado de su hijo mayor

Will Smith ha hablado en una reciente entrevista para el programa Red table talk, conducido por su actual mujer Jada Smith, sobre la relación que tiene actualmente con su hijo mayor Trey, fruto de la relación que mantuvo el actor con Sheree Zampino entre 1992 y 1995. El intérprete ha reconocido que su relación con él es actualmente buena, pero que no siempre fue así: “me han lastimado mucho en mi vida adulta, pero no creo que nada me haya afectado tanto como divorciarme de la madre de mi hijo de dos años. Me separé y me encontré con que si un hombre no es un gran esposo, pierde sus derechos parentales”, comienza explicando.

Will tenía 24 años cuando se divorció de su primera mujer y ha afirmado que ese hecho cambio su forma de ser y le hizo ser mejor persona: “Soy mucho mejor padre que marido”, dijo y a lo que añadió: “Con Sheree y con Trey ese fue un momento muy difícil. El divorcio ha sido el mayor de mis fracasos”, confesó Will Smith a su actual mujer.

Tras esto, Will ha proseguido su relato y ha explicado en plena batalla judicial en la separación con su exmujer decidió dejar a un lado a su hijo y mantenerse ausente: “En ese proceso empiezas a luchar por tus derechos y el niño está en medio. Yo había visto a mi padre golpear a mi madre y no iba a permitir que mi hijo viera nada violento hacia su madre, así que el deseo de evitar algo así me convirtió en un padre ausente”, explicó el actor.

Relación con Trey

Actualmente podemos ver a Will Smith junto a su hijo mayor posando sobre las alfombras rojas previas a los premios de cine y podemos ver que ambos son inseparables, pero durante un tiempo las cosas fueron distintas: “Las cosas no siempre han sido así entre Trey y yo. Hemos luchado durante años después de mi divorcio de su madre. Se sintió traicionado y abandonado. Es una bendición increíble recuperarse y restaurar esta preciosa relación con mi hermoso hijo”, dijo recientemente.

Asimismo, también quiso acordarse del día en que se convirtió en padre: "Lo traje a casa, lo pusimos en la cuna y sentí como un terror absoluto. Pensé, soy totalmente responsable de esta vida. No podía dejar de ir a mirarlo y comprobar que estaba bien. Lloré mucho, de hecho, ahora estoy llorando", confesó sobre aquel día.