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Michael Robinson, recordado por su mujer: "A nuestra primera cena llegó muy guapo"

Christine Sharrock, esposa del exfutbolista y comentarista inglés , ha hablado para 'Vanity Fair' del lado más personal de su marido.

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Michael Robinson, recordado por su mujer: "A nuestra primera cena llegó muy guapo"

El pasado 28 de abril el mundo del fútbol se paralizó por completo en nuestro país al conocerse la noticia de que Michael Robinson había fallecido a los 61 años después de llevar durante un año luchando contra el cáncer que le fue diagnosticado en diciembre de 2018. Michael pudo despedirse de su familia, con la pasó sus últimos días en su casa de Marbella. Ahora, la mujer del exfutbolista y comentarista, Christine Sharrock, ha hablado sobre su marido para la revista Vanity Fair, donde ha contado como era el lado más personal de Michael Robinson.

Chris, como Michael le llamaba, ha contado que se conocieron en Blackpool, un barrio situado a unos 60 kilómetros Manchester y donde ambos crecieron: “En Blackpool coincidimos en fiestas de amigos comunes, pero la primera cita fue en Escocia, donde yo trabajaba como azafata en Monarch Airlines y él había ido a jugar un partido", ha explicado en la revista la mujer. Por aquel entonces Michael jugaba en el Brighton and Hove Albion, donde había recalado después de que fuera fichado por el Manchester City por la cifra de 750.000 libras, una cifra inaudita teniendo en cuenta la época y que Michael por entonces todavía no había jugado en primera división.

Su primera cita

La primera cena entre Chris y Michael fue en la ciudad escocesa de Glasgow y gracias al libro Es lo que hay... Mis treinta años en España sabemos que Michael llevaba tiempo queriendo pedir una cita a la que más tarde se convertiría en su mujer. Tras armarse de valor y proponerle la cita, llegó el gran día: “A nuestra primera cena llegó muy guapo, con una gabardina de color crema y muy distinto a como la gente lo conoce: tímido y nervioso. Yo también lo estaba, éramos muy jóvenes y nos gustábamos mucho, pero fue muy especial” cuenta Chris sobre la primera vez que quedó con su marido.

Para su segunda cita Michael escogió el Le Bearn, un lujoso restaurante francés situado a orillas del río Ródano en la ciudad suiza de Ginebra: “Él era muy romántico y fue una cena tan bonita, que volvimos años después para recordarla”, recuerda la mujer sobre aquel romántico momento con el amor de su vida.

Chris, el gran amor de Michael

Michael habló en varias ocasiones sobre su mujer y siempre la definió como el amor de su vida, dijo que era su amiga, amante y directora y que juntos forjaron “lazos de acero”. Poco antes de morir dijo a su mujer que le daba igual morir porque había tenido una vida plena y feliz: “Lo decía de verdad. Aprovechó la vida. Michael necesitaba que la gente lo hiciera vibrar. Si eso no ocurría, no perdía el tiempo. La gente se confunde porque lo veían tan simpático... Y lo era, pero si algo o alguien no le interesaba, daba media vuelta o callaba. Se fue en paz. Y aunque el agujero que deja es enorme, saberlo me ayuda a soportarlo".