Un exjugador de rugby incendia a su mujer y a sus tres hijos antes de suicidarse
Rowan Baxter, de 42 años, se infligió varias puñaladas después de verter gasolina en el coche en el que viajaba su familia y prenderle fuego.
El exjugador de rugby Rowan Baxter ha fallecido junto a su esposa y sus tres hijos en el incendio de su coche que, según las primeras investigaciones de la policía neozelandesa, habría provocado él mismo con una lata de gasolina. El que fuera integrante de los New Zealand Warriors de Auckland habría llenado el bote de combustible en una gasolinera y lo habría vertido en el interior del vehículo antes de prenderle fuego, tal y como aseguran diversos medios de prestigio del país.
La policía informó a través de un comunicado que acudieron a una llamada de emergencia por un incendio automovilístico y que tres niños de seis, cuatro y tres años fueron encontrados muertos dentro del coche. La madre de los pequeños, Hannah Baxter, era la que conducía el automóvil y trató de huir prendida en llamas mientras gritaba "me ha vertido gasolina", según algunos testigos. Tan solo tenía 31 años cuando murió, instantes después del suceso, en un hospital cercano al que había sido trasladada.
Por su parte, Rowan Baxter fue hallado con unas puñaladas que él mismo se había infligido en el lugar de los hechos, pero a pesar de los intentos de reanimación por parte del equipo de emergencias, fue declarado muerto. "He visto algunas escenas horribles y esto está a la altura de algunas de las peores", expresó el inspector a cargo de la investigación Mark Thompson. Los informes detallan además que un transeúnte fue tratado en el hospital de graves quemaduras en el rostro después de que intentara ayudar a la señora Baxter.
Ella y su esposo Rowan dirigían un gimnasio llamado Integr8 en cuyo sitio web se describía a la joven como "una entusiasta y apasionada madre de tres hijos", campeona de trampolín y ganadora de varias medallas internacionales. Varios medios de Nueva Zelanda achacan como móvil del suceso la pelea que mantenían por la custodia de los hijos tras haber decidido separarse a finales del pasado año.
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, mostró sus condolencias a través de las redes sociales al conocer la terrible noticia: "Noticias devastadoras. Mi corazón está con las familias y la comunidad que atraviesan este momento trágico y los servicios de emergencia que enfrentan lo que será una escena devastadora".