Segunda boda de Simeone y Carla Pereyra: sabemos cómo fue, dónde, y qué pasó
El entrenador del Atlético y su esposa pasaron por el altar de nuevo en la Toscana, y consiguieron mantener (casi) del todo una privacidad absoluta en torno al evento.
Diego Pablo Simeone y Carla Pereyra ya son marido y mujer por partida doble. Tras pillar a todo el mundo por sorpresa el pasado junio al anunciar que habían contraído matrimonio por lo civil en los juzgados de Buenos Aires, la pareja anunció que llevaría a cabo otra segunda boda, más fastuosa y con invitados, en la región italiana de la Toscana. Dicho y hecho: ayer los argentinos volvieron a intercambiar votos, y esta vez, lo celebraron después a lo grande en compañía de sus seres queridos.
Un detalle, sin embargo, se ha mantenido idéntico en uno y otro enlace: el secretismo total con el que han querido gestionar las dos ceremonias. La exclusiva que supuestamente tienen contraída con la revista Hola será prácticamente el único material gráfico que llegará al público acerca del evento. Y es que la pareja había exigido a sus invitados que se abstuvieran de postear en las redes sociales nada relativo a la boda o la fiesta. Una norma que no ha impedido que algunos de los asistentes sí nos permitieran echar un vistazo a sus 'looks' (el 'dresscode' de rigurosa etiqueta era obligado) o a la belleza del lugar en el que los novios se dieron finalmente su segundo "sí, quiero".
En primer lugar, ha sido una de las amigas de la novia, la poderosa estilista Ana Antic, la que ha compartido varias imágenes en su perfil de Instagram que dan cuenta del glamour que rezumaba la ocasión. El viernes posteó un posado suyo en un lujoso cuarto baño vestida con un espectacular diseño negro y lista para acudir a la fiesta preboda. Además, como ella misma anunció, la instantánea se la hizo la propia Carla Pereyra: "Yo me voy de fiesta and felice, la mejor fotógrafa, la novia!, @carla.pereyra15 eres un ángel de persona".
Y ayer Antic compartió el modelo que eligió para el enlace junto a otras palabras cariñosas dedicadas a la pareja protagonista del fin de semana: "Amigos magos que contagian amor y felicidad y había que estar a la altura. Feliz de estar aquí", escribió junto al hashtag #carlaydiego y dos imágenes en las que aparece en una bonita atmósfera exterior de paredes rústicas, flores blancas y tintes bucólicos. Más tarde publicó un storie, ya de noche, en el que aparece junto a otras dos invitadas y Gianluca Simeone, uno de los hijos del Cholo, que se decantó por un estilismo totalmente negro.
La modelo y empresaria argentina Valeria Mazza, por otro lado, nos permitió descubrir el espectacular enclave natural elegido para la celebración, teñido por la preciosa luz de la caída de la tarde: una finca rodeada de prados y aliñada de bancos de flores y viñedos, escenario paradisiaco que encarna lo mejor de La Toscana en pleno momento de esplendor.
Y como ya comentamos en este diario, sí se conocían algunos detalles de la planificación de las jornadas y el enlace: los invitados fueron recogidos en el aeropuerto de Florencia en furgonetas negras y hubo una fiesta preboda de tono italiano el viernes. El sábado por la mañana existía la posibilidad de hacer actividades organizadas en torno al idílico entorno antes de la ceremonia en sí misma, programada para las 18:30 de la tarde. Por otro lado, en la lista de invitados, al margen de los dos hijos en común de la pareja, y de los tres del Cholo, se esperaban, por parte del novio, compañeros del Atlético del Madrid y por parte de ella, diversas personalidades del mundo del modelaje.