Andrea Molina, hija de Lydia Bosch, denuncia un episodio de acoso
Andrea Molina ha relatado detalladamente el desagradable e incómodo momento que le hicieron vivir anoche "dos cazurros".
Andrea 'Andy' Molina (27), hija de los actores Miki Molina (55) y Lydia Bosch (55), debutó en el mundo de la publicidad en el 2017 junto a Miguel Ángel Silvestre y, mientras está intentando de hacerse un hueco en la industria cinematográfica, ya ha conquistado a más de 35.000 seguidores en Instagram a los que mantiene muy al tanto de su vida personal y profesional.
Este jueves por la noche también les ha querido contar el desagradable episodio de acoso que acababa de vivir y no solo no ha pasado desapercibido entre los usuarios, sino que también ha saltado a los medios de comunicación.
Andrea Molina lo ha ido relatando detalladamente en sus stories, mientras iba andando hacia su casa grabándose con el móvil en la mano.
"Me paso por aquí porque me apetece contar algo. Acabo de salir del gimnasio ahora mismo, yo voy tarde porque no puedo ir antes y voy en coche. En el camino de vuelta del gimnasio a casa me ha pasado algo bastante incómodo", comenzaba contando.
"Se ha puesto de repente una furgoneta blanca a mi lado, con dos chicos dentro, y han empezado a pitarme. Yo al principio no sabía de dónde salía el pitido y miraba para atrás porque pensaba que estaba haciendo algo mal, hasta que han bajado la ventanilla los de coche y han empezado a chasquearme, como a los perros. De eso ha pasado a subir la música y a ponerme una canción de reaggeaton. Yo no soy muy de reaggeaton pero solo sé que la canción decía algo así como 'quiero hacértelo todo", continuaba.
Afortunadamente todo ha quedado en un susto, pero estos dos chicos le han hecho pasar muy mal rato: "El semáforo estaba en rojo y al ponerse en verde he acelerado rápido, pero he tenido mala suerte de que había otro en rojo. He estado en una recta de unos 500 metros con ellos por detrás, pegando su coche al mío y así repetidas veces. Me he sentido súper incómoda y lo único que hacía era mirar para el frente e ignorar, hacer que no les escuchaba, pero obviamente sí que les escuchaba", cerraba su relato.
"Después se preguntan por qué se hacen manifestaciones…"
Tras compartir este suceso, Andrea Molina ha lanzado una importante reflexión en la que ha querido resaltar la importancia de las protestas feministas teniendo en cuenta que, por desgracia, siguen ocurriendo este tipo de situaciones (o mucho peores).
"Señores, después se preguntan por qué se hacen manifestaciones. Por qué las mujeres se reivindican. Por qué hay días en los que las mujeres salen a la calle y piden respeto. Por cosas como estas se necesitan hacer estas manifestaciones y estas llamadas de atención, porque es muy fuerte que en el 2019, yo con 27 años, tenga que sentirme incómoda porque haya dos burros, dos cazurros, que se dediquen a intimidarme", ha concluido Andrea Molina.