Ana Obregón concluye su calvario: "La pesadilla de mi hijo ha terminado"
La actriz y presentadora ha vivido el peor año de su vida acompañando a su hijo durante el tratamiento que ha requerido una enfermedad que espera dar por concluida.
Ana Obregón (63) ha anunciado la noticia que llevaba muchos tiempos deseando poder dar: "La pesadilla de mi hijo ha terminado". Así de contundente se mostraba en una entrevista para el programa 'Land Rober Tonai Show' de la televisión gallega cuando fue preguntada sobre el estado de salud de su primogénito, Álex Lequio, quien en marzo del pasado año viajó a Nueva York para someterse a un tratamiento contra el cáncer en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center.
Tras más de siete meses en Estados Unidos con la perenne compañía de su madre, el hijo que la actriz y presentadora tuvo con Alessandro Lecquio puso rumbo a España para continuar con el tratamiento y poder recuperar la vida que poseía antes de la enfermedad. Ahora, el año más duro de sus vidas parece haber concluido y Ana ha recuperado incluso ese carácter vivaz cargado de humor que siempre formó parte de ella.
Durante el trascurso del mencionado programa y tras zanjar las preguntas sobre el estado de salud de su hijo, Obregón siguió el juego del presentador y relató algunas anécdotas con un excelente humor. Así, aseguró que conoció al Rey Juan Carlos en una discoteca hace varios años y realizó varias bromas su relación con Antonia Dell'Attte, la mujer que era esposa de Alessandro Lecquio cuando salió a la luz que la relación sentimental que ambos mantenía.
"Antonia dice que te adora", le espetó el presentador dando a entender que la italiana había llamado al programa. "Hombre no, Antonia no llama, seguro que no", aseguró Ana Obregón sin caer en la trampa pero dejando un dardo envenenado hacia la exconcursante de 'MasterChef Celebrity': "Bueno, si le habéis pagado es posible que llame".
"Álex, te vas a curar"
El pasado mes de enero, Ana Obregón visitó el programa 'Volverte a ver' para dar algunos detalles de cómo vivió la noticia de que su hijo tenía un tumor maligno. "Entró en quirófano pensando que no tenía nada, y salió el médico diciendo que tenía un tumor... No pude ni decírselo a Álex, le dejé dormir y lloré toda la noche cogiéndole de la mano", confesó.
"Mi hijo vino a mi cuarto y me dijo: 'Mamá, ¿me voy a morir?' Y yo le dije: 'No, Álex, te vas a curar", aseguró en la misma entrevista. "Lo que no se puede hacer es drama sobre el drama. Una madre o un familiar tiene que estar con la mente fría y tomar soluciones". Por suerte para ellos, el tratamiento ha terminado y pueden dar por finalizada esta pesadilla.