El alcohol podría acabar con el longevo matrimonio de Wayne Rooney
La mujer del delantero amenaza con dejarle si no reduce su consumo etílico después de que la última juerga del británico haya puesto de nuevo en jaque su relación.
La pareja formada por el futbolista del DC United y la presentadora y empresaria Coleen Rooney parece estar resquebrajándose ante el público en los últimos días. Sonados son los escándalos de Wayne, que más de una vez se ha metido en problemas importantes por sus excesos con la bebida. Episodios que le han llevado a arrestos policiales, a que los paparazzis le hayan captado en más de una ocasión de juerga con otras mujeres, y desde luego, a desencuentros con su familia, incluidos constantes rumores de infidelidad.
Pero el último desliz de Wayne, sucedido hace diez días cuando fue fotografiado de marcha durante diez horas con una camarera, ha terminado por hartar a su esposa Coleen. Según recoge el diario "The Sun", esta se sentiría furiosa por la "total falta de arrepentimiento" del exjugador del Manchester United, hasta el punto de que le habría dado un ultimátum para poder salvar su matrimonio.
La crisis en la relación habría llevado incluso a que la presentadora decidiera irse de vacaciones unos días sin Wayne, y una fuente del círculo más íntimo de la pareja asegura que "nadie puede beber como Wayne. Pero esta vez es diferente. Su comportamiento se encuentra en una espiral de descontrol". Al parecer, lo que haría distinta esta última metedura de pata del futbolista es el hecho de que haya sido incapaz de disculparse con su esposa, y que siga insistiendo en que él no ha hecho nada malo.
La desdichada vida del matrimonio en Washington
El agravio suma un ingrediente más a la larga lista de razones que están haciendo tambalear el matrimonio. Según el diario británico, la pareja no estaría consiguiendo integrarse en la ciudad de Washington donde viven desde hace medio año tras el fichaje de Wayne por el club DC. La fuente que cita el periódico ha confesado que la falta de apoyo emocional y la carencia de relaciones en la capital estadounidense estarían volviendo muy infeliz a Coleen, mientras que el futbolista pasaría la mayor parte de su tiempo en casa bebiendo y jugando a la consola.
Y la fiesta de Wayne de hace dos semanas con la camarera en Florida solo ha contribuido a que la mujer del futbolista haya decidio tomar cartas serias en el asunto, al decidir que "no puede seguir así". Solo queda una: o el delantero busca ayuda para solucionar su alcoholismo, o será el fin de su matrimonio. Un matrimonio que conviene recordar cuenta con cuatro hijos y lleva diez años de duración, aunque la relación entre ambos es en realidad mucho más larga en el tiempo porque se conocieron en un suburbio de Liverpool con solo 12 años de edad.