Michael J Fox confiesa los duros momentos que vivió tras enterarse de su Parkinson
En 1991 se enteró de la fatídica noticia. A partir de ese momento, los primeros meses fueron devastadores, cayó en el alcohol y la depresión.
Tan solo tenía 29 años, cuando el famosísimo actor, de Regreso al Futuro, Michael J Fox, fue diagnosticado de Parkinson. Ahora, 27 años después, ha desvelado cómo vivió ese fatídico días en el que su vida cambió, en una entrevista concedida al medio norteamericano Closer Weekly.
Según el actor, cuando le dieron la noticia, pensó que los médicos se habían equivocado."Honestamente, mi primera reacción fue: "Cometiste un error, no eres consciente de quién soy" y agregó, "Simplemente pensé: 'Esto es absurdo'. Tuve el diagnóstico, me asusté y salí corriendo".
Escondía el alcohol
La estrella hollywoodiense ha confesado que en ese primer momento recurrió al alcohol para mitigar el dolor que sentía ante la noticia."Respondí bebiendo demasiado, y lo argumenta,"Bebí para borrarlo, para que se vaya". Comenzó a aislarse y escondía las botellas para que su esposa no lo supiese.
La tristeza se apoderó del actor hasta tal punto que comenzó a causar problemas en su familia, “causó tensión en mi matrimonio, que siempre había sido asombroso”. A pesar de ello, su mujer desde hace 30 años, la actriz Tracy Pollan, ha sido su bastón todo este tiempo y ha aguantado y ayudado al actor en sus peores momentos.
"Le doy crédito por mi capacidad para lidiar con esto, y también por estar ahí en mis primeros intentos de lidiar con la enfermedad de una manera no productiva bebiendo o enojándome", explicaba sobre su mujer.
Ahora a sus 57 años, ha decidido vivir sin miedo, y se niega a que la enfermedad le impida disfrutar de la vida. "Hago lo que necesito hacer , pero no lo hago para que mañana sea mejor. Lo hago para estar bien hoy".
El peor episodio
Según el actor, uno de los peores momentos que ha vivido tras su diagnóstico, fue en 1992, cuando su mujer y su hijo de 3 años en aquel entonces, Sam, encontraron al actor desmayado en el sofá de la sala de estar, con una lata de cerveza derramándose sobre su cuerpo y cayendo en la alfombra.
Según el actor, esa fue la última bebida que tomó para paliar su dolor. A partir de ese momento acudió a un terapeuta para que le ayudara a enfrentar su dolor de una forma más sana y menos dañina para él y para sus seres más queridos.