Georgina Rodríguez se refugia en el baile tras las acusaciones de abandono

Georgina Rodríguez, Cristiano Ronaldo y sus cuatro hijos ya han cumplido un mes en tierras italianas. Algo más de 30 días, intensos en los que la pareja ha disfrutado del calor de los italianos, de su gastronomía y de las compras entre otras cosas.

Tras pasar por la alfombra roja del Festival de Cine de Venecia donde fue tratada como una auténtica estrella de Hollywood, a juzgar por las miles de fotos y videos que ha subido a su cuenta de Instagram, ahora la influencer ha lidiado con la cara amarga de estar en el punto de mira.

Sin embargo, Rodríguez se debe a su público, y sus más de 7,2 millones de seguidores en Instagram esperan contenido en sus publicaciones, a pesar de la tempestad y de las críticas que está recibiendo sobre el supuesto abandono a su familia, concretamente, con su abuela y su padre que el programa 'Sálvame' desveló en exclusiva. Pero su caballero portugués salió en su defensa, mandando un burofax a Mediaset para que no volvieran a dar una noticia semejante.

Pero las penas cantando y bailando se pasan mucho mejor, y eso es lo que ha decido hacer la novia de Cristiano Ronaldo después de unas minivacaciones donde parecen haber reposado todo lo ocurrido.

La española, ha pasado el viernes tomando clases de baile. Para ser más exactos, Georgina ha subido un video exhibiendo sus dotes como bailarina en la modalidad de salsa. La joven ha utilizado el formato stories donde ha enseñado su coreografía acompañada de un profesor como pareja de baile.

Además, sobre el video, ha realizado una encuesta para saber el nivel de agrado que les provoca a sus seguidores la coreografía. Y la media de las respuestas ha sido que les encanta ver a Georgina entregada a la danza.

Mientras Cristiano Ronaldo ha vuelto a los entrenamientos con su equipo. La imagen curiosa del día es que ha aparecido con un ojo morado que le salió a raíz del partido ante el Parma.

Estrena sonrisa

Pero ahí no acaban las sorpresas. La joven española ya sonríe sin problemas desde que está en Turín. Y nos referimos en un sentido metafórico sino literal. Hasta hace bien poco, Rodríguez no sonreía en sus fotos porque llevaba brackets, y desde hace un mes, su sonrisa ha aparecido de nuevo en las instantáneas.

En numerosas ocasiones ha explicado abiertamente en sus redes sociales el motivo de aparecer siempre seria en las fotos ante la insistencia de sus seguidores.