LOTERÍA DE NAVIDAD

La niña que ha cantado el Gordo vivió el drama de los malos tratos

Durante 4 años, la madre de Noelia trató de protegerla de los malos tratos que sufrió por parte de su padre.

Los niños de San Ildefonso Yossueff Salhi y Noelia Katiuska cantando el premio gordo 2017 al número 71.198.

Los niños y niñas de San Ildefonso tienen un papel fundamental en el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad y este año los grandes protagonistas han sido Aya (la niña que ha cautivado a toda España con su efusividad al cantar los premios de 1.000 euros) y la pareja formada por Yossueff Salhi y Noelia Katiuska Medina Campoverde, los que han tenido la suerte de cantar el premio gordo: el 71.198.

La madre de Noelia, Sandra Campoverde, ha vivido este momento con ella desde el Teatro Real, y el diario El País ha recogido su historia, entre otras anécdotas, para descubrir qué bien se merecía esta alegría después de la dura infancia que ha tenido y de la pesadilla que vivieron y que afortunadamente han dejado atrás.

Noelia tiene 13 años y lleva cuatro viviendo en la residencia de San Ildefonso, el mismo tiempo que su madre trató de protegerla de los malos tratos que sufrió por parte de su padre hasta que un buen día "huyó, escapando de sus responsabilidades".

Su marcha supuso el final de un calvario, pero también les deparó una inestabilidad que estuvo a punto de separarlas. Sandra llegó a España procedente de Ecuador un año antes de que Noelia naciera y durante todo este tiempo se ha dedicado a la limpieza y al cuidado de ancianos. Con mucho sacrificio, gana unos 500 euros al mes de los que invierte una parte en pagar una habitación compartida.

Aunque desafortunadamente su situación impide que madre e hija puedan vivir juntas, Sandra va a ver a Noelia al internado al menos una vez por semana y está muy agradecida de contar con esta ayuda y de que su vida haya dado un vuelco para mejor después de que se fuera su pareja y el padre de la niña.

"Yo la protegí mucho, pero a punto estuve de perderla por la inestabilidad que sufríamos. No acabábamos de asentarnos en ningún lugar. La tuve que cambiar de colegio varias veces. Ahora lleva cuatro años en el mismo y en la residencia de San Ildefonso, aunque va con dificultades en los estudios. No sé qué hubiera sido de nosotras sin esa ayuda. Por lo menos ahí le dan bien de comer y tiene beca para sus estudios. Ella es su música, le encanta eso. Está en su mundo. Un día quiere ser enfermera, otro estudiar medicina, últimamente le ha dado por policía…", ha comentado Sandra.

Sea lo que sea en el futuro, esperamos que la suerte le acompañe para siempre.