La llegada: la película de ciencia ficción del año
La cinta, del director Denis Villeneuve, se ha convertido en uno de los estrenos imprescindibles de este 2016
“La Llegada”, del director Denis Villeneuve, se ha convertido en uno de los estrenos imprescindibles de este 2016. Amy Adams, Jeremy Renner y Forest Whitaker son los protagonistas de este film que acaba de llegar a las carteleras de nuestros cines.
Con un guión firmado por Eric Heisserer, la cinta está basada en el relato “La historia de tu vida” (Story of Your Life) del escritor Ted Chiang. Una maravillosa aventura dramática que ha dado un nuevo enfoque a las películas de contacto con extraterrestres.
El filme cuanta la historia de un equipo de élite liderado por la lingüista Louise Banks (Amy Adams) que junto a Renner y Whitaker intenta desvelar el motivo de la visita de 12 naves espaciales que han tomado la tierra causando pánico entre la población. Cientificos de todos los rincones del mundo trabajan para saber cuáles son las intenciones de los visitantes, pero es Louise, doctora en filología, quien irá descifrando el idioma de los extraterrestres. Con el paso de los meses, Amy siente cómo este contacto cambia su forma de ver el mundo.
La Llegada ha demostrado que aún se puede provocar mucha emoción en el espectador con este género y darle nuevos enfoques argumentales. El film se ha ganado la admiración de los espectadores interesados por la ciencia, en concreto por el mundo de los lingüistas, que encuentran en el personaje de Amy Adams alguien con quien identificarse.
La teoría en la que se basa el film
La relatividad lingüística o hipótesis Sapir –Whorf es la teoría de comunicación en la que se basa la película y según la cual existe una relación entre las categorías gramaticales que una persona habla y su forma de entender y conceptualizar el mundo. Esto quiere decir que pensamos con palabras, por eso no piensa igual un inglés, un español o un chino.
Aunque ha sido La Llegada la película que ha hecho de esta teoría el eje central de su trama, lo cierto es que la relatividad lingüística ya había aparecido antes en otras obras de ciencia ficción como “Himno” de Ayn Rand.