TRAS UNA ABSURDA CRÍTICA

El partido racista Pegida queda en ridículo por la Eurocopa

El grupo criticó que la empresa Kinder sacase a jugadores alemanes de distinto origen en las cajas, y las redes les ridiculizaron

El partido racista Pegida queda en ridículo por la Eurocopa

El mundo del fútbol es, por desgracia, un territorio que muchas veces sirve como abono para ideologías extremas que convierten al deporte en su excusa para odiar. Y que, como en este caso, se valen de él para elevar críticas absurdas. Aunque esta vez les ha salido el tiro por la culata.

El partido político Pegida, de carácter ultraderechista y xenófobo, a través de su Facebook oficial en Baden-Wurtemberg -una región cercana a Austria y Suiza- ha criticado que la famosa compañía chocolatera Kinder muestre en sus cajas fotos de los jugadores germanos cuando eran niños, y no la del habitual niño "ario".

Desde su punto de vista, que en la caja aparezcan de niños Gündogan (de origen turco) y Boateng (de origen ghanés) supone una falta de respeto contra su tradición. "Nada va a detenerlos. ¿De verdad comprarías esto? ¿O es una broma?", escribieron en la red social, junto a una foto de las cajas de chocolatinas.

Otros usuarios les ridiculizan

Pero, como decimos, el tiro les ha salido por la culata. Una buena cantidad de usuarios de Facebook han usado la estúpida protesta para echar abajo su xenofobia. Y lo han hecho aportando datos objetivos y argumentándoles por qué estaban haciendo el ridículo.

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Por ejemplo, han destacado que la empresa Kinder, aunque nació en Alemania, pertenece desde hace años a la empresa italiana Ferrero SpA, multinacional chocolatera con otros productos muy famosos. Es más, el chocolate con el que fabrican sus bombones y chocolatinas viene entre otros sitios de Ghana, país de los antepasados de Boateng.

En cualquier caso, otro usuario les aportaba otro punto de vista: si quieren defender "lo alemán", pueden hacerlo por los nacidos en su territorio. Es el caso de Gündogan (nacido en Genselkirchen) y Boateng (en Berlín), los dos jugadores que Pegida criticaba y que resultan ser más alemanes que el chocolate que ellos defienden.

La empresa, contra su xenofobia

Toda esta situación generó un movimiento de protesta y ridiculización del "argumento" de Pegida, que llegó incluso hasta la misma empresa Ferrero, propietaria de Kinder. Un usuario les agradeció esta campaña para la Eurocopa y lamentó que se hubiera desvirtuado.

La multinacional, lejos de escurrir el bulto, quiso alinearse de forma clara contra los argumentos xenófobos de Pegida, escribiendo: "Desde Ferrero queremos posicionarnos en contra de todo tipo de racismo o discriminación. Tampoco lo aceptamos en nuestras comunidades de Facebook".

Con el rabo entre las piernas

Tras salir escaldados tanto por las argumentaciones de otros usuarios como por el comunicado público de Ferrero, los xenófobos del Pegida tuvieron que dar marcha atrás.

Después de que la absurda queja llegase a medios internacionales como la BBC y The Guardian, el partido político borró su comentario en Facebook e incluso eliminó directamente su grupo en Baden-Wurtemberg.