Medvedev se desquita ante Murray e inicia la reconquista

Medvedev está dolido. Se le nota en la mirada y en su posado sobre la pista, aún más serio de lo habitual. En Indian Wells, tras caer ante Gael Monfils en tercera ronda, perdió el número uno del mundo. Reinado muy breve que quiere recuperar. En el Masters 1.000 de Miami, necesita llegar a semifinales para ello. Tras vencer a Andy Murray en su partido de debut, ya sólo está a tres victorias. 6-4 y 6-2 en casi una hora y media (1h29) muy larga para el tenista británico, que se mostró exhausto en los últimos juegos, cediendo el saque en blanco en el penúltimo y, para los curiosos, apartándose del sol en sus turnos de servicio. En tercera ronda, el jugador ruso se medirá a Pedro Martínez, vencedor ante Cristian Garín por 7-6(2) y 6-2 en 2h17.

Andy, como demostró en Indian Wells, convirtiéndose en el 18º jugador en alcanzar las 700 victorias, aún tiene cuerda, pero, ahora mismo, con todos sus infortunios físicos, está lejos de los puertos de categoría especial, de las primeras plazas, como se quiera llamar a la máxima élite. Ahí está Daniil, como lo estuvo Murray, y ahí se quiere mantener. El número uno del mundo de hace seis años contra el número uno del mundo de hace dos ratos, que hizo valer la ventaja temporal. Sobre todo, en una segunda manga de mucho nivel, en la que apostó por la rotura en cuatro ocasiones (consiguió dos) y ganó el 82% de los puntos con su primer servicio y el 80% con el segundo (por el lejano 27% de Murray). Tampoco tuvo que afrontar ninguna bola de break y se llevó el 73% de tantos al resto tras el segundo saque. Y, sobre todo, hizo correr a un Andy incómodo en los intercambios físicos. Un Daniil talentoso e inteligente, nada nuevo, pero también resentido. Más peligroso y atento ante un debut con trampa.

Las muestras de respeto empezaron antes del partido, con un Murray siempre elegante, y siguieron después, con un Medvedev reconociendo la magnitud del tenista que tenía delante, al que ha vencido en sus dos enfrentamientos directos (el anterior, en 2019, en Brisbane). "Estoy feliz de haber ganado sin conceder bolas de rotura, aunque creo que tengo margen de mejora. Ha sido un gran partido ante un jugador impresionante", elogiaba el ruso tras el duelo. Dentro de la pista, el tú a tú sólo duró medio set, pese a la gran actitud británica, que terminó sucumbiendo en el segundo intento de rotura. "El servicio es la manera más sencilla de ganar. En esos días en que sirves bien y tu rival no tiene el ritmo para restar... ayudan. Si eso sucede, pones mucha presión y es lo que ha ocurrido hoy", analizaba Daniil, en declaraciones recogidas por la propia ATP. Un esquema de juego que quiere mantener en Florida. Como mínimo, hasta volver a sentarse en el trono.

El campeón y Tsitsipas no fallan; Canadá, sí

Trampa fructífera por un lado... y prueba superada por el otro. A diferencia de su compañero de Top 10, el polaco Hubert Hurkacz (10º), defensor del título, sí que no perdonó en su debut, aunque con sudor. 7-6(5) y 6-2 para imponerse a un combativo Arthur Rinderknech (58º), que se desinfló tras forzar el tie-break en la primera manga. Con él, en tercera ronda, estarán Taylor Fritz (6-3, 5-7 y 6-3 a Mikhail Kukushkin), que sigue la racha tras Indian Wells, Álex de Miñaur, imparable en un duelo entre compatriotas (6-2 y 6-2 a Jordan Thompson) o el japonés Yoshihito Nishioka (96º), que sorprendió al británico Daniel Evans (3-6, 6-4 y 6-3). También Stefanos Tsitsipas (5º), exigido ante un J.J. Wolf (167º) que llegó al tercer set (6-4, 6(5)-7 y 6-1) y dejó uno de los puntos del torneo: un ganador increíble con su brazo izquierdo, su menos bueno.

Resultados del Masters 1.000 de Miami.