Nuria Párrizas soñó durante casi una hora con la posibilidad de alcanzar los octavos de final del Open de Australia. La granadina de 30 años, que no había tenido que disputar la segunda ronda por renuncia de su rival, la belga Zanevska, jugó probablemente el mejor tenis de su carrera en el primer set contra Jessica Pegula, estadounidense de 21 años y 21ª del mundo que fue cuartofinalista en Melbourne el año pasado. Pero se le escapó en el desempate y después se desfondó: 7-6 (3) y 6-2 en 1h33. La falta de experiencia en Grand Slams (era el segundo de su carrera) y ante rivales top, le pasó factura a Párrizas. Pegula se enfrentará el domingo a la griega Sakkari, que dominó a la rusa Kudermetova (6-4 y 6-1).

“El primer set fue de un nivel muy alto y ella juego realmente bien”, reconoció Pegula, sorprendida ante la agresividad de su rival, que dominó el juego con su drive y su colocación en la pista. De ese modo rompió dos veces el saque de la americana, aunque en ambas ocasiones no logró consolidar su ventaja. De ahí que se llegara al tie-break. Con 3-4 a favor de Jessica, Nuria falló un remate que podría a ver cambiado el rumbo del partido.

Después, en la segunda manga, fue muy superior la millonaria Pegula, hija de los dueños de los Buffalo Sabres de la NHL y de los Buffalo Bills de la NFL. Al final, sumó más golpes ganadores (20-11) y menos errores no forzados (25-27 que Párrizas, y en un partido de fondo de pista, fue mejor en las pocas ocasiones que se jugó cerca de la red (10/11). La española se va de Oceanía con la cabeza alta y con unos cuantos puestos ganados en el ranking. Provisionalmente es la 50ª, su mejor posición.

Cuadro femenino del Open de Australia.