Rafa Nadal o cómo volver a partir casi de cero
El balear se mide este viernes (sobre las 11:00, Eurosport) al ruso Khachanov, un rival que medirá su verdadero estado, aunque le barra en el cara a cara: 7-0.
Después de pasar cinco meses sin poder competir y siete sin jugar un Grand Slam por culpa de la dolencia crónica que padece en el pie izquierdo y que le atormenta prácticamente desde el inicio de su trayectoria deportiva, Rafa Nadal está en Melbourne, en el Open de Australia, donde trata de materializar en algo positivo el enésimo regreso a las pistas en una carrera condicionada por las lesiones. Para colmo, días antes de partir hacia Oceanía, contrajo la COVID, con fuertes síntomas que le dejaron “hecho polvo”, según relató.
Tras ganar sin excesivas dificultades a Giron y a Hanfmann, este viernes (sobre las 11:00, Eurosport) el balear se enfrenta a su primera ‘montaña’, al primer rival de verdadera entidad que puede medir su estado de forma real. Es Karen Khachanov, un tenista peligroso por más que Nadal le domine de manera aplastante en el cara a cara (7-0). De hecho, el ruso de 25 años y 30º del mundo sólo le ha ganado un set al español hasta ahora. Fue en el US Open de 2018, en un partido de tercera ronda, como el que disputarán ahora. El ganador de 20 majors llegaba tocado a la cita (se retiró en semifinales contra Del Potro) y Khachanov le apretó de lo lindo en las cuatro mangas.
“Será un gran desafío. Siempre lo es contra Karen. En mi situación. lo será aún más”, dice Rafa, que alude a la falta de competición y sus recientes problemas de salud. “No tengo mucha presión sobre mis hombros, sinceramente, no la siento. La presión es solo mantenerme saludable y disfrutar del hecho de que estoy compitiendo nuevamente, y luego dar lo mejor de mí como lo hice durante toda mi carrera. Espero hacer las cosas mejor cada día”, advierte Nadal, que reconoce, no obstante, que está “emocionado del hecho de poder jugar otro partido después de lo que ha pasado”.
Celebraciones
Esa emoción se palpa en cómo celebra el multicampeón casi cada punto y en cómo los aplaude su equipo desde la grada: Carlos Moyá, su amigo Marc López, que se ha incorporado este año, Benito Pérez Barbadillo, Carlos Costa… Se respira euforia en un entorno que entiende lo que le ha costado a Nadal volver a ser competitivo, volver a partir de cero. Y el duelo ante Khachanov se presenta como una prueba de fuego para comprobar si ese trabajo que jamás rehúye da sus frutos, con la dificultad añadida de que el partido contra Khachanov se disputará de noche, en unas condiciones que no le favorecen, pero con las que pudo otras veces, en otros regresos.