El tenis será uno de los deportes que más afectado se verá por las ausencias en los Juegos Olímpicos de Tokio. La última gran baja para la cita olímpica la hemos conocido este martes con la renuncia de Roger Federer, ganador de 20 Grand Slam, medalla de plata individual en los Juegos de Londres 2012 y oro olímpico en dobles en Pekín 2008 junto a Stan Wawrinka.

La baja de Federer es la última de un largo listado de renuncias de tenistas a la cita olímpica, bien por lesiones o por problemas a la hora de planificar su calendario para lo que resta de temporada. Entre las bajas más importantes junto a la de Federer cabe destacar la ausencia del español Rafa Nadal, que tampoco jugó en Wimbledon, del austriaco Dominic Thiem, de los canadienses Denis Shapovalov y Milos Raonic, del también español Roberto Bautista, el noruego Casper Ruud, el chileno Cristian Garín, el italiano Jannik Sinner, el búlgaro Grigor Dimitrov, el suizo Stan Wawrinka, el argentino Juan Martín del Potro (plata en Río 2016) o el australiano Nick Kyrgios, además de la del francés Benoit Paire, que no fue incluido en la lista de Francia por su comportamiento antideportivo.

No sólo habrá bajas destacadas en el cuadro masculino, sino que también las habrá en el cuadro femenino, con las renuncias de las estadounidenses Sofia Kenin y Serena Williams o la rumana Simona Halep aunque con la nota positiva del regreso a la competición de Naomi Osaka tras su abrupta salida de Roland Garros y su renuncia a Wimbledon. De esta forma muchas de las grandes figuras podrían haber dicho adiós a su última oportunidad de competir en los Juegos ya que tienen muy difícil llegar a la cita olímpica de París 2024.