Roger Federer regresaba al circuito más de tres meses después de su fugaz regreso en Doha trás más de un año de inactividad, y esta vez lo hacía sobre la tierra batida, una superficie en la que no jugaba desde hace 711 días, en las semifinales de Roland Garros 2019 ante Rafa Nadal, con triunfo del balear. Esta vez fue ante Pablo Andújar en el inicio, para el suizo, del ATP 250 de Ginebra, el torneo que escogió para su puesta a punto de cara a Roland Garros, y perdió ante el español en tres mangas (6-4, 4-6 y 6-4). "Esperaba una mejor versión de mí, pero los entrenamientos poco tienen que ver con los partidos", dijo tras el encuentro.

La mayor decepción de suizo fue caer a las primeras de cambio ante sus aficionados, que ocupaban el reducido aforo de las gradas. "La gente quería verme aquí, y caer también me decepciona por eso. Hoy no supe marcar la diferencia en los momentos clave", resalta, y es que el actual número ocho del ranking ATP llegó a estar 4-2 y en la manga definitiva, pero no supo aprovechar el break que consiguió ante un estelar Andújar. "He cometido muchos errores y tengo que aceptarlo, es parte de proceso por el que tengo que pasar".

Tras quedar eliminado de manera tempranera, Roger Federer, que cumple 40 años, volverá a la acción directamente en Roland Garros, aunque reconoce que dicho torneo no es su gran objetivo en este 2021. "Las próximas semanas son muy importante para mí. Necesito acostumbrarme al circuito y sumar partidos. Mi verdadero objetivo de esta temporada es la gira de hierba, no Roland Garros". Halle y, posteriormente, Wimbledon apunta a ser la hoja de ruta del de Basilea.