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Alcaraz sigue la estela de Nadal: victoria en su debut ATP con 16 años y ante Ramos, un top-50

Carlos Alcaraz ganó a Albert Ramos (41º) en su primer partido en el cuadro final de un torneo del ATP Tour. Nadal lo hizo con 15 años en Mallorca ante el número 81.

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Carlos Alcaraz, el futuro más prometedor del tenis español, ya está aquí. El murciano aprovechó la invitación del torneo de Río de Janeiro para el cuadro final y ganó en su primer partido del ATP Tour con sólo 16 años, un logro casi idéntico al que consiguió en su día un tal Rafa Nadal, que venció a las primeras de cambio en 2002, aunque aún le quedaba un mes y pico para despedirse de los 15. El balear ganó en Mallorca por un doble 6-4 al paraguayo Ramón Delgado, por aquel entonces número 81 del mundo.

Con nocturnidad, pasadas las tres de la madrugada, hora local, Alcaraz triunfó en tres sets (7-6 (2), 4-6 y 7-6 (2)), pero en una competición de mayor categoría, un 500, y ante un rival aún mejor, Albert Ramos, 41º del ranking (fue 17º en 2017) y consumado especialista en tierra batida (finalista en Montecarlo). El chico estuvo con set arriba y quiebre en el segundo, y luego dispuso de tres bolas de rotura para colocarse con 5-4 y saque para ganar. Perdió el parcial y en la tercera manga no se rindió pese a encajar un break de salida. Con 0-3 remontó a base de raza y coraje con una racha de 5-0. Poco a poco arrinconó a su experimentado compatriota (32 años), que lo dio todo para intentar superar a Alcaraz (salvó tres bolas de partido) y en el último desempate no pudo con él. Sonrojado, irritado, empapado en sudor después de tres horas y media largas de batalla, felicitó a su imberbe verdugo. Le tocó el papel secundario en un películón que para él fue de terror, una pesadilla. A Carlos le espera el miércoles en segunda ronda un rival asequible, el argentino Federico Coria, hermano pequeño de Guillermo, de 27 años y 116º del mundo.

Como Nadal, Carlos luce equipación Nike y juega con una raqueta Babolat; tiene un revés a dos manos que recuerda al del ganador de 19 Grand Slams por su potencia y al de Djokovic por la precisión; en la pista se maneja con un aplomo y una seriedad propias del mallorquín; grita "venga" y "vamos" cuando gana puntos importantes; posee una capacidad que impresiona para generar golpes ganadores, incluso con dejadas, y se maneja sin miedo al error, como Federer, y una notable resistencia desde el fondo de la pista, donde es un muro en intercambios largos, al estilo Bautista. Pude mejorar mucho, sobre todo el saque, y ya asoma en él un físico que puede llegar a ser imponente. Todas esas virtudes, la sabia dirección del campeón de Roland Garros y número uno Juan Carlos Ferrero y un entorno que le protege y le ayuda a madurar, hacen de él un prospecto ilusionante.

Cifras de precocidad

Este año tiene un récord de 14-1 en categoría ITF (ganó los dos M15 de Manacor y fue finalista en el de Antalya) y en 2019 protagonizó gestas de precocidad al ganar a Jannik Sinner y convertirse en el primer tenista nacido en 2003 que vencía en un Challenger, siendo con 15 años y 10 meses el cuarto más joven en hacerlo en los últimos 20 cursos tras Auger-Aliassime (14 y 11), Nadal (15 y 3) y Soloviev (15 y 9). Luego pudo en Murcia con Pedro Martínez, un top-200, emulando a Tomic, Gasquet, Nadal y Ryan Harrison, que lo hicieron también antes de los 16. Es el top-500 más joven que hay ahora. De momento, pasa del 406 al 313 en el ranking, una subida de 93 puestos. No se olviden de su nombre.