Nadal desveló su versión de 'cañonero' en 2019

En la última temporada, si por algo destacó Rafael Nadal fue por su capacidad de reinventarse. Y es que el de Manacor firmó en 2019 el mejor curso de su carrera en lo que al saque se refiere, precisamente, apartado tenístico en el que menos lucía su juego. Su progresión en esta faceta no deja lugar a dudas (ver gráfica de fotografía), tal y como muestra el Infosys ATP Beyond The Numbers: en 2019, Rafa promedió un 4,5 saques directos por encuentro, superando sus mejores registros anteriores (3,8 en 2010 y 2,6 en 2018).

Los ligeros cambios que introdujo el balear en su mecánica de saque desde principios del 2019, bajo la supervisión de Carlos Moyá, han dado sus frutos. Acortar los puntos desde el servicio le ha permitido dosificar mucho mejor los esfuerzos en los partidos en pro de alargar su buena forma física hasta finales de curso, algo que a sus 33 años resulta fundamental de cara a afrontar los grandes torneos con máximas garantías.

Y los números reflejan perfectamente esta evolución en su juego, más allá de que Nadal acabó la temporada como un tiro como demostró en la Copa Davis el pasado mes de noviembre. De los 3.449 aces que el español sirvió en su carrera, 271 corresponden a este curso (12,7%), una mejoría abismal si comparamos este rendimiento con el que ofreció en 2018 (solo 122 aces). Aunque haya mostrado mejoría en este aspecto, Rafa sigue por detrás de sus rivales históricos del Big Three, quienes promediaron 5,7 (Djokovic) y 7,6 (Federer) aces por partido en 2019. Ese pequeño déficit es irrelevante teniendo en cuenta sus resultados y efectividad en pista, lo que le sirvió para auparse hasta el número 1 del ranking a final de curso. De seguir así, queda Nadal para rato...