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TENIS

Un año mágico a los 33: así fue el regreso de Nadal al número 1

El balear acabará el año como mejor del ranking por quinta vez en su carrera. Recuperó el trono en París-Bercy y lo afianzó en las ATP Finals.

Nadal sonríe junto al trofeo del número 1 ATP.
GLYN KIRKAFP

2019 no es un año cualquiera para Rafa Nadal. Esos cuatro dígitos simbolizan algo mucho más importante en la carrera del balear: su vuelta al número 1 del ranking. Y no fue un regreso cualquiera, sino que sirvió para acabar el curso en lo más alto por quinta temporada en su trayectoria deportiva. Dicho sea de paso, estadística en la que igualó a sus históricos rivales, Roger Federer y Novak Djokovic.

Pero, ¿cuál ha sido el camino de Nadal durante todo el 2019 para llegar de nuevo a la cima del tenis? Trece torneos dan para mucho, pero repasamos los momentos clave a continuación.

Inicio prometedor

El inicio de año de Rafa fue sorprendente. Lastrado por las lesiones que le mantuvieron alejado de las pistas en el tramo final de 2018, su rendimiento en el primer gran torneo del curso, el Open de Australia, era todo un misterio. Pero Nadal se encargó de despejar las incógnitas rápidamente. Se plantó en la final sin ceder un solo set y jugando un tenis brillante, algo que ya fue un premio esperanzador para lo que estaba por venir pese a que Djokovic le pasara por encima en la final (6-3, 6-2 y 6-3).

Nadal y Djokovic posan con los trofeos del Open de Australia.
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Nadal y Djokovic posan con los trofeos del Open de Australia.AFP

Ya a finales de febrero llegó a Acapulco, el torneo donde peor resultado firmó este año tras caer ante el controvertido Kyrgios en octavos de final. Al margen de dicho traspiés, su juego volvió a dar seguridad sobre la pista dura de Indian Wells, donde llegó a semifinales (no la llegó a disputar ante Federer).

Dudas en tierra, pero el final de siempre...

Tras casi un mes parado, Rafa volvió a la competición con la siempre esperanzadora gira de tierra batida. Las dudas con las que llegaba tras Indian Wells por falta de ritmo se confirmaron a las primeras de cambio. En Montecarlo sufrió para superar a Pella en cuartos de final y sin un juego sólido y brillante no pudo plantar cara en semis a Fognini, que a la postre se hizo con el título. Una semana después cayó en idéntica ronda del Godó transmitiendo sensaciones similares ante Thiem, que rompió la hegemonía del balear en Barcelona de los tres años anteriores.

Nadal, emocionado tras ganar su 12º Roland Garros.
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Nadal, emocionado tras ganar su 12º Roland Garros.

Después llegó Madrid, el torneo de la gira sobre polvo de ladrillo que menos se adapta al juego de Nadal por el hándicap de la altura. También dijo adiós en semifinales, siendo la primera vez que caía en un partido ante Stefanos Tsitsipas. No obstante, lo mejor estaba por llegar, y vaya si llegó. Títulos en Roma y Roland Garros (el 12º) con una superioridad incontestable. Había motivos para soñar.

América, punto de inflexión

En julio llegó el pasto londinense de Wimbledon. Una transición a la que Rafa llegó sin ningún torneo de hierba previo a modo de aclimatación. No le impidió jugar otro grandísimo Grand Slam en el que alcanzó la penúltima ronda. Le apeó Federer sin discusión.

Nadal, con el título de su cuarto US Open.
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Nadal, con el título de su cuarto US Open.

Pero lo mejor del año estaba por llegar, ese tramo decisivo que decantó la balanza en favor del balear. Djokovic, tras la conquista de Wimbledon, comenzó con problemas en su hombro, hecho que le hizo perder puntos en torneos en los que defendía un buen botín. Mientras tanto, Rafa a lo suyo: títulos en el Masters de Canadá y US Open (su 19º Grand Slam) de forma consecutiva. No se cruzó con Nole pero en esas semanas apareció Medvedev, jugador con más victorias en 2019, para dar muchísima guerra al manacorense, aunque nunca consiguió derrotarle.

Desenlace incierto y número 1

Tras un breve paso por la Laver Cup junto a su amigo Federer, donde renunció a jugar los últimos partidos por una inflamación en su mano, Nadal llegó a París-Bercy con la lucha por el número 1 en un pañuelo. Renunció al Masters de Shanghái y no pudo salirle mejor: Djokovic tropezó en cuartos de final con Tsitsipas y dicha pérdida de puntos le dejó encarrilado el número 1 antes del final de temporada.

Nadal, con su título de número 1 en 2019.
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Nadal, con su título de número 1 en 2019.Nigel Keene/Pro Sports Images /A

Y tras el Masters de París, esa ciudad que tantas alegrías le ha dado al español a lo largo de su carrera, fue cuando Rafa volvió a lo más alto. No importó que Djokovic conquistara el título, una vez desaparecidos los problemas de su hombro. Nadal sumó los puntos suficientes llegando a semifinales para regresar a un 1 que certificó definitivamente en las ATP Finals con sus dos triunfos en el Round Robin por sólo uno del serbio.

Ni siquiera la distensión en el recto abdominal que sufrió el manacorense en París (que le obligó a retirarse sin jugar la semifinal) pudo con él en Londres y, pese a la falta de ritmo competitivo, superó en dos duelos titánicos a Medvedev (remontando un 5-1 adverso en el último set) y Tsitsipas, respectivamente. Federer le echó una 'manita' eliminando a Nole en el último partido de la fase de grupos para atar el nº1 hasta 2020. Y el resto ya lo saben...