Roger Federer reinó en casa por novena vez. El suizo, tras una semana de menos a más recuperando sensaciones, se impuso en la final del ATP 500 de Basilea al rumano Marius Copil 7-6 (5) y 6-4 en 1 hora y 34 minutos de juego. Pese a la derrota, Copil, a sus 28 años, firma la mejor semana de su carrera, empezando el torneo como número 93 del mundo y desde la fase previa. Desde este lunes, ocupará el puesto 60 del ranking ATP, ascendiendo 33 puestos.

No tuvo un partido sencillo Federer, que en las dos mangas fue por debajo. En la primera, Copil arrancó con break (0-2) y posterior confirmación de rotura. Llegó a estar 1-4, momento en el que el suizo empezó a resurgir apoyándose en sus primeros servicios (ganó el 94% a lo largo del partido). En un set muy igualado, el tie-break decidió y ahí Roger fue mejor. A la tercera oportunidad, se apuntó la primera manga, pero el rumano no se vino abajo.

Esta vez arrancó mejor que en el primer set, ya que se colocó con un 0-3 de salida pero de nuevo no supo gestionar la ventaja. Un break de Federer, el 3-4, hizo mucho daño a Copil, que ya no volvería a ganar un juego más en todo el partido. Eso sí, torneo muy digno el suyo, ya que nunca antes había derrotado a un top ten y en el torneo suizo lo hizo hasta en dos ocasiones (Cilic en octavos y Zverev en semifinales).

Federer se plantó en la final del torneo más importante de su país por 14º vez, 12º de forma consecutiva, y sumó su novena corona, que le permite sumar su cuarto título este año (Australia, Rotterdam y Stuttgart) para sumar un total de 99, a diez de Connors, que lidera esta clasificación con 109.