Bouchard sigue sin dar con la tecla: cambios sin resultados
Tras un flojo 2017, la canadiense no ha empezado el 2018 con buen pie: cuatro derrotas y ningún set en los cuatro encuentros disputados.
En el año 2017, Eugenie Bouchard fue más noticia por temas extradeportivos que por lo sucedido dentro de la pista. Logró 13 victorias por 21 derrotas tras un buen inicio de campaña en Sydney (cayó en semifinales con Konta) y en el Abierto de Australia (no pudo con la semifinalista Vandeweghe). En resumen, fue una campaña gris. Tras ello, realizó numerosos cambios para este 2018.
Ha modificado de un año para otro dos de las cosas que posiblemente sean las más fundamentales para un tenista: raqueta y entrenador. En los últimos partidos, se ha podido ver a la canadiense la marca Head en su raqueta, cambiando la Babolat que venía utilizando habitualmente las últimas temporadas. Eso sí, aún está en pruebas por lo que el cambio no es oficial. Parece que Bouchard quiere probar más modelos para ver cual le hace sentirse más cómoda.
Todavía no hay un entrenador confirmado de forma clara. Harold Solomon, si no cambia nada, será el encargado de intentar devolver a Bouchard a las rondas prestigiosas de los grandes torneos. Se sondearon diversos nombres aunque todo irá en relación a los resultados obtenidos.
La primera gran prueba para la canadiense está a la vuelta de la esquina: el Open de Australia. El próximo día 11, jueves, se celebrará el sorteo por lo que será el primer punto de inflexión. De momento ha disputado cuatro partidos en los que va de año. Lo llamativo no es que haya perdido todos, es que ni tan siquiera ha ganado un set. Cayó 2-0 en sus tres partidos en la Copa Hopman ante Kerber y Mertens, en individual, y ante la pareja Kerber/Zverez, siendo ella pareja de Popisil. La última derrota se produjo este lunes ante Sabalenka en Hobart.
Muy llamativa en redes sociales, donde es frecuente que publique a diario momentos de su vida personal, Bouchard tendrá por delante en Australia un gran reto que puede marcar el devenir de la temporada: volver a ser aquella tenista que deslumbró o seguir sumergida en la sombra.