Kyrgios, díscolo en la pista y solidario fuera de ella

Nick Kyrgios suele protagonizar episodios desagradables dentro de las pistas de tenis. Pero tiene un lado solidario, y lo muestra continuamente. En 2015 ayudó con 50 dólares por ace conseguido a la Fundación Elena Baltacha y este año hizo lo mismo para echar una mano a los afectados por el huracán María en Puerto Rico. 

Ahora, el australiano ha puesto en marcha la NK Foundation con el objetivo de ayudar a los jóvenes desfavorecidos a través del deporte. El detonante fue la muerte de Piotr hace unos meses, un niño con cáncer cerebral terminal que tuvo la oportunidad de compartir una tarde con él. "Fue un día maravilloso para mí. Murió hace unos meses, pero le recordaré siempre". 

Quizá para honrar su memoria, ya trabaja en unas instalaciones en Melbourne para su fundación: "tendrán pistas de tenis y basket, un gimnasio, camas y comida". El objetivo es que los niños "tengan un lugar donde estar a gusto, sentirse seguros y donde crean que forman parte de una familia". Para ello, Kyrgios ya dedica mucho tiempo a poner en pie todo lo necesario: "cuando no estoy entrenando o viajando trabajo en ello. Es lo único en lo que pienso más allá del tenis. Ayudaré en las pistas, en la limpieza, en la cocina... Lo que sea necesario", confiesa. 

Y es que, según cuenta, disfruta más de ver a los niños crecer y triunfar que de sus propios éxitos en el circuito. Por eso hace esto, "de parte de mi y de mi familia. Desde el corazón".