Kournikova: estrella precoz, modelo y madre de mellizos
La rusa nunca alcanzó grandes gestas en el circuito individual pero destacó por su gran carisma. Recientemente alumbró a Nicholas y Lucy fruto de su relación con Enrique Iglesias.
Anna Kournikova (Moscú, 1981) fue la gran aparición del circuito femenino de tenis a mediados de los 90. De origen ruso, pronto emigró a Estados Unidos para forjarse una carrera en el mundo del tenis que nunca llegó a ser lo que prometía. Si con 15 años ya conseguía llegar a cuarta ronda en el US Open de 1996, con 16 se plantaba en semifinales de Wimbledon y con 17 ya estaba en el top-10 de la WTA, a partir de entonces su tenis se apagó.
Enfrascada en una vida extradeportiva en la que acaparaba tantos o más focos que dentro de las pistas por su desempeño como modelo (fue portada de revistas como Vogue, Maxim o Sports Illustrated), su carrera deportiva se estancó en los años siguientes. Al menos en el circuito individual, donde sólo alcanzaría tres finales en Hilton Head (1999), Moscú (2000) y Shanghái (2002), perdiendo las dos primeras ante otra estrella precoz del tenis: Martina Hingis. En dobles su carrera sí fue más fructífera con dos Open de Australia (1999 y 2002) y dos WTA Tour Championships (1999 y 2000), las actuales Finals, conquistados precisamente junto a la suiza.
Mientras tanto, en 2001, inició una relación con el cantante español Enrique Iglesias que aún dura. Desde entonces, el tenis quedó definitivamente relegado a un segundo plano en su carrera y se multiplicaron sus apariciones como modelo e incluso llegó a participar en el videoclip de Escape, una de las canciones de su pareja. Fruto de su relación, el pasado sábado ambos fueron padres de dos mellizos, Nicholas y Lucy.