Rafa Nadal sigue volando alto. Este sábado se ha metido en su novena final de 2017 tras superar con esfuerzo al clon de Federer, Grigor Dimitrov, en tres sets: 6-3, 4-6 y 6-1. Con una demostración impresionante de poderío físico y calidad, el número uno del mundo se ha ganado la oportunidad de optar este domingo (13:30, Movistar Deportes 2) a su segundo título en Pekín, el 75º en total de su carrera, doce años después del primero (perdió en las últimas rondas de 2013 y 2015). Entre otros logros, Nadal acumula ya 60 victorias (solo nueve derrotas) este año, la novena temporada que llega a esta cifra; suma 110 finales (74-35 hasta ahora) y completa un inmaculado 9-0 en semifinales este curso. Contra Dimitrov eleva su dominio particular a un aplastante 9-1. La única derrota fue precisamente en la capital china en 2016. El rival por el trofeo será el australiano Nick Kyrgios, que venció a Zverev en la otra semifinal por 6-3 y 7-5.

En el primer set, Dimitrov no halló por dónde podía hacerle daño a Nadal, que restaba con profundidad los reveses a una mano de su rival y se imponía cuando este le atraía a la red, donde estuvo especialmente brillante. Con un aplomo desesperante, el balear maduró el parcial hasta apuntarse la primera rotura de servicio en el cuarto juego. Después mantuvo su ventaja levantando dos bolas de break de Dimitrov y se encaminó pleno de confianza hacia la segunda manga.

Grigor tenía que intentar reaccionar, pero se le vio tocado. A las primeras de cambio perdió su saque tras ver como Nadal le ganaba con un pasante de derechas un punto que llevaba más que dominado. Con 2-0 y dos bolas para el 3-0 en contra, parecía perdido, pero se agarró al partido. Tuvo la opción de recuperar el break dos veces, falló a la primera y lo logró a la segunda. Con un ritmo algo más lento, sin tanto dominio con su servicio y con 17 errores no forzados, Rafa sufrió desde el 3-3. Con 4-5 levantó una bola de set de Dimitrov y no pudo con la segunda. Así se llegó al tercer parcial.

Reacción y victoria

Nadal lo abrió con otra rotura a derechazo limpio. Reaccionó con bravura. El balcánico, muy mejorado al resto, volvió a ponerle en aprietos, aunque esta vez el de Manacor aumentó la velocidad de sus desplazamientos y aguantó. Luego se repitió la historia del segundo set con dos pelotas para el 3-0. Esta vez cayó a la tercera. El camino hacia la final se despejó para Nadal con el 4-0 de forma ya irremediable. Dimitrov intentó acortar y se topó con las genialidades del diez veces campeón de Roland Garros, que enterró el atisbo de remontada con varios golpes increíbles.

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