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ATP 500 BASILEA

Federer no permite a Nadal levantarse en Basilea

El suizo venció 6-3, 5-7 y 6-3. Era la primera vez que se enfrentaban en casa de Federer. Nadal mejora, pero le falta un punto para asaltar las alturas.

Federer y Nadal, en la entrega de trofeos.
ARND WIEGMANNREUTERS

Roger Federer no permitió en su casa que Rafa Nadal resucitara, y le derrotó en la final por 6-3, 5-7 y 6-3. Hacía tres años y siete meses que no le ganaba. En Basilea, la ciudad donde nació hace 34 años y dio sus primeros raquetazos en el Club Old Boys, se reunieron sobre la pista 31 títulos de Grand Slam. Los 17 del tenista local y los 14 del español. Una rivalidad que vivió su 34º episodio (23-11 para el de Manacor) y que acabó con una victoria sufrida de Federer, que firmó su sexto torneo del año. También con la sensación de que Nadal mejora. De que está en situación de competir más y mejor.

La pista indoor del St. Jakobshalle parece una prolongación del jardín de la casa de Roger Federer. Disputaba su 12ª final en ese escenario, pero era la primera vez que se medía a su gran rival allí, y acabó levantando el trofeo por séptima vez, apoyado, sobre todo, en su saque: 12 aces y 76% de puntos con primeros.

Un Nadal que sigue en su particular carrera para comenzar a tope 2016, tiró de fe durante la semana. Remontó a Rosol y a Cilic y ganó en tres sets a Dimitrov. Consiguió llegar hasta Federer, con quien no jugaba desde hace 18 meses y había ganado los cinco últimos duelos. Pero en pista rápida indoor, el helvético se presentaba con un 4-1. El primer set mostró la versión exprés de Federer. Rápido de piernas y apoyado en las subidas a la red (8/13) quebró en el quinto juego y se lo adjudicó por 6-3.

Parecía que todo iba a encaminarse a una victoria plácida del suizo, que tuvo bola para colocarse 4-2, pero Nadal recuperó viejas sensaciones ante un viejo rival. Sacó su espíritu guerrero, subió el porcentaje con el servicio, aculó a Federer tras la línea y provocó el miedo en el ídolo local, que comenzó a recordar las veces que le había volteado antes el marcador el español. El break esta vez fue para Nadal, que se colocó 6-5 y sacó con acierto para igualar.

La manga definitiva llegó con el visitante crecido y Federer con el gesto torcido. Veía que la posibilidad de perder ante su gente era real. Mas Nadal no fue entonces el caníbal de otras ocasiones. Ofreció una bola de break con doble falta que Federer no aprovechó con 2-1. La segunda sí la materializó el suizo para 5-3. Las dudas le asaltaron a la hora de cerrar, como si viera fantasmas, pero lo consiguió. Nadal va hacia arriba, aunque para asaltar las alturas aún le falta un puntito.