La víspera de su eliminación ante la nueva campeona de la Masters Cup femenina, Garbiñe Muguruza dio exactamente en el clavo cuando se refirió a Agnieszka 'Aga' Radwanska como "la maestra" o "la profesora". Tras apear a Muguruza del torneo, Radwanska devolvió el cumplido describiendo a Garbiñe como "bomb", 'bomba', 'thank you very much', gracias". 'Dzieki' en polaco. Al día siguiente de estos juegos florales, el bisturí de Radwanska también troceó (incluso físicamente) a la checa Petra Kvitova. Y en cinco minutos más allá de las dos horas de juego, Radwanska dio otra lección a Kvitova en tres sets: 6-2, 4-6 y 6-3, con lo que la polaca fue, en efecto... maestra. Además, Radwanska se embolsa en Singapur un total de 2,05 millones de dólares (1.750.000 solo por ganar la final), igual a 1,86 millones de euros.

Pese a todas las lecciones de tenis que suele ofrecer Aga Radwanska, tan frágil de apariencia como roqueña de mente, el bisturí humano de Cracovia no había ganado hasta hoy ningún gran título: se había presentado en la final de Wimbledon en 2012 (perdió con Serena Williams), el mismo año que alcanzó la segunda plaza del ranking mundial. La asombrosa habilidad de Radwanska para la defensa y para leer el juego rival le proporcionó el primer set con... un error no forzado. Más asombroso aún, la nueva gran maestra entregó la segunda manga con... cero (0) errores no forzados, pero bajo la presión de 20 tiros ganadores de Kvitova, que ganó siete de ocho juegos desde el 1-3 del segundo set hasta el 2-0 favorable que la zurda checa manejó en la tercera manga. Al fin, y en estos decisivos departamentos, el marcador final fue de 41 golpes ganadores y 53 errores no forzados para Kvitova... por 15 y 5 para Radwanska: a un inhumano promedio (¿será verdad?) de 1,66 errores no forzados por set. Quizá el segundo servicio (solo ganó 14/30 puntos con él) y la falta de gran calibre en golpes de ataque sean los dos lastres que vetan más coronas a Radwanska.

Al logro de Radwanska (que lloró al hacer declaraciones sobre la pista, al igual que cuando venció a Muguruza en semifinales) le favoreció sobremanera el evidente dolor de Kvitova en la parte alta el muslo derecho, con vendaje aparatoso. Eran cada vez más evidentes, en el tramo definitivo del partido, las señales de dolor que Kvitova ofrecía en su lenguaje corporal... y eso cuando en solo dos semanas debe gestionar la final de la Fed Cup: República Checa-Rusia, en Praga. Kvitova se marcha del torneo con solo dos victorias por tres derrotas (Radwanska, 3-2)... y toca recordar que Muguruza se despidió con balance de 3-1. Radwanska volvió a llorar en la entrega de trofeos, que protagonizaron Chris Evert y el nuevo Director Ejecutivo del WTA Tour, Steve Simon. En su diccionario o cartilla del tenis defensivo, Radwanska supo borrar todas las páginas que pretendían escribir las bombarderas. Así es el Libro de la maestra Radwanska.