ATP 500 BASILEA

Nadal remó para neutralizar las ventajas de Grigor Dimitrov

Como ante Rosol, tuvo que apurar y ganar en tres sets por 6-4, 4-6 y 6-3. Comenzó siempre break abajo. En cuartos, contra el ganador del Cilic-Gabashvili.

Rafa Nadal.
Harold Cunningham
Jesús Mínguez
Nació en Guadalajara en 1973. Licenciado en Periodismo por la Complutense. En AS desde el año 2000, es redactor jefe de Más Deporte. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos y unos Paralímpicos, Grand Slams de tenis, Davis, Laureus, candidaturas olímpicas, política, dopaje o grandes combates de boxeo. Le gusta escribir de deporte y también practicarlo.
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Rafa Nadal pisa los cuartos de final del ATP 500 de Basilea, donde se medirá el viernes al ganador el Marin Cilic-Teimuraz Gabashvili. Lo hizo tras derrotar al inestable Grigor Dimitrov por 6-4, 4-6 y 6-3 en 2h:12. Casi nada parece fácil en el camino del español últimamente. Pasó un trago en su debut contra Lukas Rosol, cuando tuvo que levantar un 1-6 y 3-5 para acabar ganando en tres sets. Y a trancas y barrancas superó al búlgaro, 28 del mundo ahora mismo. Un jugador con mano, talento y físico (1,90 m.) que no acaba de asaltar la élite, como se espera de él, a sus 24 años.

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Todos los sets comenzaron con un break en contra para Nadal. Demasiadas ventajas que luego le obligaron a remar. En el primero, lo consiguió levantar con dos roturas para 4-4 y 6-4. En la medida en que su bola cogió altura y peso sobre el revés a una mano de Dimitrov, las sensaciones fueron mejores. Pero en la segunda, montado en un carrusel, dio demasiadas ventajas ya partiendo con un 0-3.

Dimitrov arrancó también con una rotura el set definitivo, pero Nadal, en un partido donde los errores pesaron más que los aciertos, falló menos y fue más equilibrado. Ganó 13 de las 14 subidas a la red que intentó en el partido y se aprovechó de los 41 errores no forzados de Dimitrov. Él sumó 28. En el último juego, el número 7 del mundo aún tuvo que neutralizar dos bolas de break cuando sacaba para ganar. Nada es fácil este año. Pero Nadal pisa los cuartos.

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