Abierto de Australia
Madison Keys eclipsa a Venus... y llega hasta Serena Williams
Después de una hora, 55 minutos y tres sets sobre Madison Keys consiguió ganar por primera vez en su carrera a Venus y ahora se medirá en la semifinal a su hermana Serena.
Cuando tenía cuatro años, Madison Keys (Rock Island, Illinois, 1995, 1,78 de altura) vio en la televisión de casa a una estilizada chica negra estadounidense flotando a través de Wimbledon, con un vestido casi aéreo. A Madison no le interesaba el tenis, pero le pidió a su padre (Rick, abogado, también de raza negra) que le regalara un vestido como el de aquella gacela aérea de Wimbledon. Rick (casado con otra abogada, Christine... blanca) accedió a lo que pedía la niña, con una sola condición: "Te compro el vestido, pero tienes que intentar jugar a tenis. Al menos, intentarlo".
Dicho y hecho, 16 años después de aquellos momentos, Madison Keys, hoy número 34 en el WTA Tour, eliminó en el Abierto de Australia a aquella chica grácil que en 1999 flotaba o danzaba sobre el sagrado pasto de Wimbledon con aquel vestido de los sueños de Madison: aquella gacela se llamaba y se llama Venus Williams, va a cumplir 35 años en 2015... y ha firmado cinco títulos individuales de Grand Slam, dos en el US Open... y cinco en Wimbledon. Después de una hora, 55 minutos y tres sets sobre la pista del Rod Laver Arena, Madison (ahora entrenada por la excampeona estadounidense Lindsay Davenport y su marido, Jon Leach) consiguió ganar por primera vez en su carrera a Venus y se plantó también en su primera semifinal de Grand Slam. A dos semanas de cumplir 20 años, Madison Keys, que admira a Roger Federer, solo ha ganado un título del WTA Tour.
Venus aún sacó a una punta de 188 km/h (media de 170 para primeros servicios)... pero eso no impidió que Madison Keys (que tuvo que vendarse el muslo izquierdo tras un pinchazo muscular a finales del segundo set) hiciera 'break' sobre el servicio de la mayor de los Williams en siete de las nueve oportunidades de que dispuso: Venus Williams solo ganó el 30% de puntos bajo sus segundos servicios. En golpes ganadores, la superioridad de Keys resultó abrumadora: 34-10. "Ha sido algo fascinante, pero ahora me debo de cuidar la pierna: me molesta... pero sé que puedo aguantar. Hemos tratado el problema muscular en el momento justo, antes de que pudiese empeorar", contaba Keys, con cara de no creérselo
Y de esta manera ascendió Madison Keys al umbral de un nuevo sueño: jugar una final de Grand Slam. En la semifinal del viernes, el gran problema para que ese nuevo sueño se haga realidad también se apellida Williams... pero se llama Serena: Serena Williams, hermana pequeña de Venus y número uno del mundo, que en hora y cinco minutos apabulló a Dominika Cibulkova por un doble 6-2. 15 saques directos de Serena con punta a 200 km/h laminaron a la pequeña luchadora eslovaca, finalista de 2014 en Melbourne ante Na Li. En golpes ganadores, Serena arrolló a lomos de los 15 'aces': 31-13. Keys y Serena nunca se han enfrentado. A veces, los sueños hay que ganárselos al asalto y con el cuchillo entre los dientes: eso es lo que toca a Madison Keys si quiere convertir un nuevo gran sueño en realidad.