La Armada de España ante el sueño argentino

El mejor equipo del mundo en el Siglo XXI, España, mide desde hoy en La Cartuja sevillana el sueño de Argentina: la selección albiceleste, la bandera colectiva del país más competitivo en el tenis latinoamericano... nunca ha podido ganar la Copa Davis. "Nuestro único objetivo", escribió ayer el doblista Schwank bajo una fotografía de la Ensaladera.

Tras una presentación interminable y con una manifestación a la puerta del Teatro Lope de Vega, un sorteo protocolario sirvió para formalizar en la voz del árbitro Fransson lo que ya estaba decidido: Rafa Nadal contra Pico Mónaco para abrir la final, a las 14:00 horas, el número uno español contra el dos argentino. Tras el primer combate, el segundo asalto: Juan Martín Del Potro, líder argentino, frente a David Ferrer, esa infatigable dinamo de Xàbia que en casos de Davis es a un tal Rafa Nadal lo que era Scottie Pippen a un tal Michael Jordan en los Chicago Bulls: el mejor lugarteniente, el segundo violín. Entre Nadal y Ferrer, en tierra batida y en Copa Davis se combinan para un 25-0. Desde 1999, España ha ganado 20 eliminatorias consecutivas en casa: el mejor equipo del mundo. La Gran Armada, que ha alzado el Santo Grial de la Ensaladera cuatro veces entre 2000 y 2009.

"Nadal y Ferrer son dos castillos, dos fortalezas", sentencia Tito Vázquez, el sabio bohemio orensano que dirige a Argentina. El orensano Vázquez maneja la ilusión y los planes albicelestes. En su momento controló las emociones de un juvenil Jimmy Connors en UCLA. Supo forjar y lanzar la esbeltez del paraguayo Víctor Pecci ante otro muro o Armada de un solo hombre: Bjorn Borg, en 1979, en Roland Garros. Y, como Sir Francis Drake en 1588, Vázquez tiene sus ideas para asaltar a la Gran Armada española aquí, a orillas del Guadalquivir.

Nalbandián.

Como se veía venir, Vázquez reservó para mañana, turno de dobles, a Nalbandián, Rey David del tenis argentino. El fenomenal tenista Nalbandián, inactivo desde octubre por un desgarro muscular, dará junto a Eduardo Schwank la que puede ser última carga de Argentina ante los dos toreros españoles de los dobles: Feliciano López y Fernando Verdasco.

"De momento me voy a dormir sin saber con quién voy a jugar", punteó Rafael Nadal antes de abandonar el turbulento Teatro Lope de Vega. En la platea, periodistas argentinos voceaban gritos de ánimo a Del Potro y Mónaco: que, de acuerdo al plan de Vázquez, sí debe ser el que abra con Rafa. Y si Argentina llegara viva al último día, domingo, en 2-1 o 1-2, entonces jugaría Vázquez la carta definitiva: el rey David Nalbandián. El sueño albiceleste cerca a la Gran Armada.