Tenis | Wimbledon

Rafa Nadal ya galopa hacia Andy Murray

Rafael Nadal jugará mañana su cuarta semifinal en Wimbledon (tras 2006, 07 y 08) ante el escocés Andy Murray. En cuartos, Nadal empezó perdiendo por 0-5 ante el sueco Soderling, pero reaccionó y acabó dominando un intenso combate de cuatro sets, dos horas y 43 minutos.

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Robin Soderling empezó el nuevo ajuste de cuentas, con aires de venganza: 5-0. En manos del sueco con aires de leñador, la rojiza raqueta Head se convierte en un mazo como de Ikea. La especialidad de Tibro, el pueblecito nórdico de Soderling son los muebles y los armarios de madera.

Un ropero empotrado de Tibro será duro de pelar, pero carece de la movilidad y los cerrojos suficientes para atrapar a buen recaudo al bronceado gnomo mediterráneo Rafael Nadal Parera: que, cuando Soderling se quiso dar cuenta, brincaba a placer por el cuarto de estar del sueco, como el Gremlin bueno que carga al grito de Rambo, Rambo.

Nadal servía en el primer juego del segundo set, con 30-30, cuando Soderling ajustó un revés a la línea. Se cantó fuera y Nadal, que llegó a la bola, la tiró lejos, a destiempo y sin ganas. Soderling dudó, pero pidió el Ojo de Halcón, que rectificó la decisión del juez de línea. Y el árbitro, el francés Pascal Maria, otorgó a Soderling un punto muy injusto: Nadal jugaba la bola de sobra (de hecho, la tocó con comodidad), pero cuando un línea canta out, el punto se para. Tocaba repetir el punto, no lo que decidió Pascal Maria

Y el gnomo Nadal, que ya iba asomándose por las ventanitas del servicio de Soderling, se transformó en Gremlin y juró en inglés: "¿Qué le pasa a los árbitros conmigo? Es increíble lo que estás haciendo, Pascal, yo no quiero seguir jugando si esto es así". Sonó a Rambo, Rambo. Nadal miró torvamente al árbitro y a Soderling, apretó los dientes y las bolas, volvió a sacar, apelmazó a Soderling en un punto rompedor y galopó hasta el 3-0 en el segundo set. Parcial, 6-1.

Castigado.

Soderling, castigado físicamente por Ferrer, titubeó. Y empezó a temer por su saloncito del Ikea de Tibro. Se movía cada vez peor ante las carreras y restos de la pesadilla bronceada, que ya no paraba: 6-3, segundo set, Nadal. 5-3, tercer set, Nadal. Con 5-4, Soderling detuvo el partido para que le atendieran de una ampolla. Sonó a treta y sacó de ritmo a Nadal, que perdió el servicio, pero cerró bien el tercer set en la muerte súbita. Mezcló cortados, servicios y reveses. El mazo de Soderling ya lanzaba las bolas a las vallas. En el cuarto set, el leñador de Tibro vio reducida su salita a escombros: 6-1, Nadal sirvió 12 aces. Mañana, semifinales: Andy Murray, en la Centre Court. Nada de Ikea. Y mucho Nadal.

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