Tenis | Open de Australia

Nadal sufre pero remata a Peter Luczak con un 16-6

El australiano estuvo a dos puntos de ganar el primer set.

Reuters

La tormenta que descargó sobre Melbourne a última hora de la tarde forzó el cierre de techos retráctiles en el Rod Laver Arena y el Hisense Arena. Así, Rafael Nadal inició ante Luczak la defensa de su título 2009 en la situación que menos le favorece: un partido en pista dura y cubierta.

Vibraciones algo raritas y un nuevo cordaje negro en la raqueta acompañaron la salida de Nadal. Los Fanatics (la peña tenística de Melbourne) se volcaban con Peter Luczak, en teoría un héroe local, aunque nacido en Varsovia y residente en Suecia la mayor parte del año. Con Hewitt en decadencia y Philippoussis acabado, no hay mucho más.

Presión.

En este extraño escenario, Nadal arrancó en tres cilindros: o menos. Por resumir, Rafa jugó corto y atenazado en la manga inicial... hasta que Luczak le rompió el servicio en el séptimo juego y pasó a servir para el set en 5-3.

La historia era la de los penúltimos tiempos: en el primer set, Luczak llegó a manejar siete bolas de break ante el saque de Nadal, porque, de nuevo, el servicio de Rafa se volvía blando (hubo segundos a 130 km/h o menos) y bastante previsible. Eso, aunque Nadal reconocía bastante bien la pista. En movilidad, notable alto.

Luczak venía de Sydney en forma y con el plan estudiado, pero notó presión a la hora del 5-3 y saque: ahí, dos dobles faltas del australiano hicieron que Nadal viera la luz. Luczak se quedó a dos puntos del set (30-30), Nadal selló el 5-4 y...

El resto se sabía. Luczak, amargado en su amargura, naufragó en la muerte súbita, donde no ganó un solo punto. Más relajado, Nadal afinó y sentenció: Rafa se anotó 16 de los 22 últimos juegos. Ahora, Lacko o Mayer. Peor lo pasó Sharapova. ¿Y Federer...?

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