Vinicius no es como los demás
No pienso que se deba tratar a todos por igual. Y menos en un club de fútbol. El brasileño tiene que recibir cuidados especiales.
He leído con mucha atención y un poco de preocupación el artículo de Marco Ruiz ayer en AS sobre la congelación de la renovación de Vinicius Junior. Sé que este tipo de negociaciones toman su tiempo y que pasan naturalmente por momentos de optimismo y momentos de pesimismo. Sé también que no existe peligro inminente, ya que el contrato del delantero brasileño acaba dentro de casi dos años. Sin embargo, cuando se trata de un jugador de este calibre y de esta importancia para el equipo merengue, cuanto más temprano se firme todo, mejor para todas las partes.
La incertidumbre es mala para cualquier ser humano pero todavía más para un futbolista como Vini cuya sensibilidad a todo lo exterior ha afectado grandemente a su rendimiento sobre el césped. Sobre todo en los últimos meses. Soy de un país, Francia, que tiene como lema el famoso “Liberté, Égalité, Fraternité” (Libertad, Igualdad, Fraternidad). Sin embargo, no pienso que se deba tratar a todos por igual. Y menos en un club de fútbol.
Por su personalidad y su necesidad de cariño y atención, Vinicius Junior tiene que recibir cuidados especiales por parte de la Directiva. Y por su nivel futbolístico, tiene que ser la prioridad de las prioridades a la hora de hacer contratos. No lo imagino, con estos 25 años recién cumplidos, llevar otra camiseta que la del Madrid.
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