Vini, sólo por 1.000 millones

Los árabes vienen con todo el oro del mundo (en forma de petrodólares) para llevarse al que sin discusión es ahora mismo el futbolista más valioso del mundo: Vinicius Júnior. El Madrid no quiere saber nada porque jamás se plantearía vender a su jugador franquicia salvo que fuese el propio futbolista el que abriese la puerta a su marcha. No es el caso. Vini es un icono del fútbol mundial y de la lucha contra el racismo y los árabes ven en él no sólo un estandarte para llenar sus estadios sino un reclamo inmejorable para el Mundial de 2034, en el que esperan ser sede como lo fue Qatar en 2022. Pero Vini no está en venta y el Madrid se remite a una cláusula que, imagino, es imposible de afrontar. Otra cosa es que el grupo inversor saudí se vuelva loco y venga con un cheque con 1.000 millones de euros. En ese caso, hasta el aficionado más fiel a Vini entendería que la oferta sería irrechazable...

Aún así, me parece de locos imaginarse que alguien pueda poner esa cifra millonaria de cuatro dígitos sobre la mesa. Vinicius tiene sólo 24 años y a finales de octubre recogerá su primer Balón de Oro en París. No tendría sentido que cortase su imparable carrera profesional por un río de dinero. En el Madrid ya gana lo suficiente para tener pagada su preciosa casa de La Moraleja y para disfrutar en verano con sus amigos por los campos de fútbol americano y de la NBA, en los que tiene un montón de ídolos con los que se fotografía como si fuese un niño pequeño. Vini, diles a los árabes que muchas gracias, pero que vuelvan por donde han venido. Insisto. Sólo si se atreven a traer un cheque con 1.000 millones habrá que aceptar tu dolorosa marcha, porque con ese dineral ya quedaría pagado el incomparable nuevo Bernabéu...

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