Victoria, sí; grandeza, no

El Barça ganó en el Metropolitano 0-1 y sale de la jornada más líder, pero la victoria no tuvo ni un ápice de grandeza. Aburridos de escuchar con Xavi eso de que en Can Barça no sólo importa el qué sino también el cómo, el partido resultó decepcionante. Eso sí, el Barça se sostuvo. Un truco de Pedri por aquí, un golito de Dembélé por allá, un paradón de Ter Stegen a Griezmann, una demostración más de competitividad de Gavi, una estupenda demostración de criterio de Christensen y, finalmente, la aparición angelical de Araújo para salvar el 1-1 sobre la hora. Pero como equipo, nada.

Como tantas veces en los últimos partidos, el Barça empezó bien y luego, como víctima de un sortilegio, se fue convirtiendo en un colectivo mediocre, absolutamente manejable por el rival. Ni rastro de la anunciadísima presión alta, ninguna idea más allá de los pelotazos adelante de Ter Stegen. Xavi no solucionó los problemas del equipo en la segunda parte y hasta hizo un cambio extraño como el de Gavi (nombrado MVP del partido), se entiende (sólo se puede entender) que por la tarjeta. Por un momento, el Barça, que debía tener el balón, estuvo con menos centrocampistas en el campo que en el principio del partido. Y como era lógico, se paseó por la cornisa hasta que Araújo, como en Alicante, le volvió a salvar la vida y el liderato al Barça. Es difícil pensar que en Arabia esto sea suficiente para ganar el primer título del año, pero las Ligas también se ganan así.