Una decisión central
Las dudas de Nacho para decidirse a marchar, pues no es sencillo renunciar a estar en el mejor club, tener un buen contrato y seguir con tu familia en la ciudad en la que tienes la vida hecha, han demostrado que, aunque juegues poco, la aventura de salir del Madrid es arriesgada. Cuando esa decisión se oficialice, pondrá en marcha otra estrategia, la elección del cuarto central de la plantilla, una operación que podía haberse demorado una temporada, pero que parece habrá que adelantar a este verano.
Con Alaba y Rüdiger metidos en la treintena, y el primero de ellos volviendo de una larga lesión de rodilla, Militao queda como el más joven de una línea que empieza a necesitar un nuevo impulso físico, alguien que llegue para aprender y aportar el fulgor que a otros empezará a faltarles más pronto que tarde. Esa renovación se hace más necesaria cuando la locura de la próxima temporada llevará al equipo a jugar cerca de 70 partidos, algo que inevitablemente va a llevar a los veteranos a sufrir una sobrecarga de minutos. Tchouameni sigue siendo una opción circunstancial para complementar las obligadas rotaciones, pero ahora se abre la necesidad de fichar un joven con futuro y recorrido, sea Leny Yoro u otro. A ver si, como con otros jóvenes, se acierta el tiro.