Un Mundial y dos victorias en Champions
La tarde empezó con la noticia feliz de que a España se le concede el Mundial-2030; compartido con cinco países, sí, pero con el protagonismo principal. De los cinco, tres son Uruguay, Argentina y Paraguay, a los que corresponderá un solo partido. Habían concurrido en trío, como España, Portugal y Marruecos, en su caso con el argumento del centenario del inaugural, que se jugó en Uruguay. Se entiende mejor que allí se jugase un partido, en aquel viejo escenario del estreno, pero como la candidatura era triple al final son tres. Así que tres selecciones tendrán que ir allí a jugar en campo contrario y en invierno, para luego regresar al verano europeo.
Enjuagues que hace la FIFA para contentar a cuanta más gente mejor, pero quedémonos con lo bueno, lo que vendrá después, un Mundial en casa y en casas vecinas. La elección desmiente el mito de que había que sostener a Rubiales como fuera, porque sin su ‘importante’ presencia podría naufragar este empeño de Estado. Un cuento del Gobierno para mantenerle como contrafigura de Tebas, frente al que se finge una especie de fobia supersticiosa que no termino de comprender. Bueno, pues sin Rubiales, y quizá ayudados por el Mundial femenino y sus consecuencias, que le hicieron saltar, tendremos el Mundial-2030.
La buena noticia no quedó sola, pues la acompañaron dos trabajadas victorias en la Champions. El Metropolitano vivió una noche de pasión y fútbol de quilates, con el Atlético levantando un 0-1 y un 1-2 hasta acabar ganando 3-2 en una exhibición de coraje colectivo. Y de Oporto el Barça se trajo un 0-1 valiosísimo que entierra el fantasma de sus dos últimos pinchazos en la Champions. Lesionado Lewandovski, el gol lo hizo Ferran Torres con un tiro sereno de izquierda, pierna que está trabajando y mejorando. Luego tocó pasar un quinario ante un Oporto espléndido y ambicioso, pero salvó la victoria. Gran semana española en la Champions.