Un equipo siempre ganador

Los Hispanos viajan este martes a Oslo, donde el jueves comienzan su andadura en el Mundial 2025, con un equipo renovado al que Jordi Ribera ha añadido algunos valores de futuro como Ian Barrufet, Víctor Romero y los hermanos Cikusa, Petar y Djordje, además del recién incorporado Carlos Álvarez. El técnico busca rejuvenecer al grupo en el inicio del ciclo olímpico, igual que han hecho el resto de Selecciones que han saltado al ruedo después de los últimos Juegos. Algunas con cambios más radicales que otras, como fue el caso de las Guerreras. El baloncesto siguió una tónica similar en sus Ventanas. Y la pasada semana se vivió la misma experiencia en la Selección masculina de waterpolo, que ha ganado el clasificatorio de la World Cup con una decena de novedades respecto a los jugadores que comparecieron en París 2024. El seleccionador, David Martín, ya dijo en la previa que uno de los dos objetivos era probar a jóvenes para el nuevo periodo. El otro fue testar el nuevo reglamento, que permite un juego más dinámico. Los dos desafíos se aprobaron con nota.

Este equipo no necesita realmente una revolución. El año pasado fue campeón de Europa y bronce en el Mundial, y si volvió de los Juegos Olímpicos sin medalla fue por un cruce envenenado ante Croacia. Al menos en esta Copa del Mundo ha tenido el gustazo de vengarse de su verdugo de entonces; de doblegar al oro olímpico, Serbia, y de desquitarse en la final ante Hungría tras la derrota en su debut. Evidentemente, estas victorias no compensan la dolorosa eliminación de París, pero reconfirman a España en la vanguardia del waterpolo, ya sea con su núcleo duro, como con los aspirantes. No hacía falta el triunfo para verificarlo, pero cuando vienes de una decepción, siempre anima. Hay presente. Y hay futuro. La Superfinal, en abril, y el Mundial, en verano, son las próximas paradas de un equipo siempre ganador.