Un Clásico sin liderato
Este domingo tenemos Clásico de baloncesto. El quinto de la temporada y el tercero bajo el paraguas de la ACB. La igualdad es máxima: 2-2. El duelo se presenta en una situación diferente a otras previas, porque ninguno de los dos, ni el Real Madrid ni el Barcelona, ocupa el liderato de la Liga. Ese honor le corresponde al Baskonia, que ha accedido a la primera plaza de la fase regular 14 años después de la última vez. La presencia de los vascos al frente del campeonato cuando ya se han cumplido 26 jornadas es un serio aviso al dominio histórico de blancos y azulgranas. De hecho, el Baskonia le ha ganado esta campaña los cuatro pulsos al Madrid. Otro aviso. El equipo vitoriano se encuentra solamente un triunfo por encima de ambos, y este domingo también tiene un choque duro ante el Tenerife, cuarto clasificado, por lo que el estado actual puede ser efímero, con ocho partidos todavía por delante. Pero no deja de ser relevante. Como lo fue el alirón del Unicaja en la pasada Copa, tras tumbar consecutivamente a Barça y Madrid, a quienes los pronósticos colocaban en la semifinal sin bajarse del autobús.
Otra curiosidad del curso es precisamente que, en esta fecha, el Clásico parece destinado para otras dos semifinales. Siempre que no ocurra lo de la Copa del Rey, claro está. La más evidente es la de la Euroliga, donde culés y merengues han ocupado las plazas segunda y tercera, que les condenan a cruzarse en el primer partido de la Final Four de Kaunas, igual que hace un año. Pero antes deben superar sus playoffs, obvio. El Zalgiris y el Partizán son asequibles para Barça y Madrid, aunque la alargada sombra de Zeljko Obradovic ya ha despertado temores en la capital. La clasificación de la Liga también proyecta otro Clásico en semifinales, aunque aquí todavía queda mucho más que rascar. Este domingo se vuelven a enfrentar, con la calculadora en marcha. Pero ya no están solos.