Un Clásico a dos velocidades
Esta semana hay Clásico de fútbol. El próximo domingo. Y también de baloncesto. Este jueves. En concreto se celebra el primer Euroclásico, que esta temporada llega más pronto que de costumbre, en la segunda jornada de la Euroliga. También con prestaciones muy diferentes en cada lado de la cancha. Mientras que el Real Madrid ha ganado los seis partidos oficiales que ha disputado, entre ellos la final de la Supercopa ante su eterno rival; el Barça ha perdido la mitad de los duelos, tres de seis, sin mostrar una buena imagen. El Barcelona tiene un puñado de buenas excusas a las que agarrarse, como que debe acoplar seis refuerzos en la presente temporada; que tiene lesionado a su gran estrella, Mirotic, junto a Kuric y Sergi Martínez; y que ha arrancado con dos hombres importantes muy tocados, Satoransky y Higgins. Por ello hay que pensar que mejorará con el paso de los días, como reconoce el técnico rival, Chus Mateo: “El Barça es un equipo sobresaliente que irá mejor con el tiempo”. El curso acaba de empezar. Y todavía faltan varios meses para que se repartan las notas.
El Barça ya ha perdido una vez ante el Madrid, aunque no es menos cierto que lo hizo después de una prórroga. Y ha sucumbido también en su estreno en la Euroliga, en el Palau ante el Olympiacos, otro de los favoritos. No es un buen arranque, sin duda. Y desde luego es mucho menos alentador que el pleno de su oponente a los mandos del debutante Mateo. Aunque seguramente estas derrotas tendrán muy poco peso en el futuro. Así lo augura el propio Sarunas Jasikevicius, que piensa más en mejorar el juego que en los marcadores: “Ahora son más importantes las sensaciones que los resultados”. Una buena fórmula para retomar esa senda es batir a su antagonista histórico con el aliento de su grada. En el deporte de competición, no hay mejor terapia que ganar. Y en un Clásico no sirve otra cosa.