Un campeón sin Tour
De La Roja a La Roja. El maillot de líder de La Vuelta cambió de color en 2010, inspirado por aquella Selección de fútbol que se paseaba por el mundo. Así que no deja de ser curioso que el mismo día que España luchaba por los octavos en Qatar, por la mañana se celebrara un acto de la ronda ciclista, en concreto un Desayuno de Europa Press, que ratificaba a Carrefour como patrocinador masculino de la prenda, a la vez que le anunciaba como el nuevo mecenas de La Vuelta a España Femenina, una gran novedad del calendario de 2023. Las casualidades no pararon ahí. El último campeón de rojo, Remco Evenepoel, ha sido noticia durante dos días. El miércoles, por su anuncio de participación en el Giro de Italia, con lo que busca nuevos desafíos tras coronarse en Madrid. Y este juevs, por su distinción del Vélo d’Or, la Bicicleta de Oro, el prestigioso premio de Vélo Magazine que honra al ciclista del año a través de un jurado formado por periodistas especializados, entre los que se encuentran AS y El País.
Su elección por abrumadora mayoría da que pensar sobre algunas peculiaridades del ciclismo actual. La primera es que Evenepoel ha sido investido sin conquistar el Tour. Es más, ni siquiera lo ha corrido ni tiene previsto hacerlo. Su única grande fue La Vuelta. A lo que unió exhibiciones en Lieja, San Sebastián y el Mundial. La teoría de que el campeón del Tour de Francia compra muchas papeletas para liderar la votación se diluye. De hecho, Jonas Vingegaard no ha sido elegido ni entre los tres primeros, cuando protagonizó una de las gestas del año al destronar a Tadej Pogacar, al batir al mejor del pelotón en la mejor carrera. Ni eso le sirvió. Los gustos, parece, van últimamente por otro lado. El Tour sigue siendo la carrera reina, sin duda, pero la nueva afición comienza a valorar más cómo se consiguen los éxitos, que dónde se consiguen. Son vientos de cambio.