‘The Best’ no premió un año, sino un Mundial
Este Mundial en pleno invierno ha sido como un ladrillo en un charco que salpica para todas partes. Uno de los efectos que ha tenido es la separación en el tiempo (y en los veredictos) de los dos grandes premios individuales de nuestro fútbol, el clásico, el ‘Balón de Oro’, y su pretendido antagonista, ‘The Best’, competencia un tanto insidiosa de la FIFA con inseguridad guadianesca. Nació con el nombre de ‘FIFA World Player’ en 1991. Como con frecuencia redundaba con el ‘Balón de Oro’ y no le superaba en popularidad, se unió a él, manteniendo este segundo nombre. Pero en 2016 se separaron y la FIFA restauró uno propio ahora llamado ‘The Best’.
Ambos se venían dando en navidades, pero el descoloque del Mundial adelantó el ‘Balón de Oro’ a septiembre y retrasó el ‘The Best’ hasta ahora, con lo que más que un premio al mejor del año ha sido otro premio al mejor del Mundial, que ya lo hay. Antes de Qatar, Messi no había hecho gran cosa, aparte del estrépito de su salida del Barça, hasta el punto de que ‘L’Équipe’, a mi juicio exageradamente, no le metió ni entre los 30 elegibles, que tampoco era eso. En el Mundial fue sabio líder del equipo campeón y su mes ha pesado más que el año impecable de Benzema. Como ha pesado más el Mundial del ‘Dibu’ Martínez que el año completo de Courtois.
Son jurados diferentes, por otro lado. El del ‘Balón de Oro’ es sólo de periodistas, entre los que me honro de estar. El ‘The Best’ lo forman a cuartas partes periodistas, seleccionadores, capitanes de selección y voto electrónico de aficionados de todo el mundo. Para más liarlo, por otro lado está el mejor equipo del año, proclamado el mismo día y en la misma gala FIFA, pero este votado por la FIFPRO, agrupación de sindicatos de futbolistas. Así que se dio la paradoja de que Martínez fue el mejor portero en la tabla de ‘The Best’, pero de la selección mundial de FIFPRO resultó ser Courtois. Me temo que inflación más dispersión es igual a confusión.