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Superliga, ¿problema o solución?

Lo ha logrado. La Superliga ha sido mucho más inteligente que la UEFA. Mientras que la institución dirigida por Ceferin ha reaccionado de manera airada ante la amenaza de otra competición europea, la Superliga ha limado las aristas menos amables de su proyecto inicial y ha cambiado el sistema de competición cerrada. En todo este tiempo, la UEFA no sólo no ha propuesto soluciones sino que se ha lanzado a una carrera de amenazas y medidas punitivas. Pero, lo peor es que la UEFA aún no ha sido clara con el turbio asunto de los clubes-estado. Y al rico lo que le preocupa no es un pobre sino otro más rico que él.

Que un estado disfrazado de club participe en torneos contra otros clubes es muy confuso. Los clubes-estado deberían jugar una competición aparte igual que en boxeo o karate los participantes se dividen en categorías según su peso. El Manchester City tendría un torneo para jugar contra sí mismo. Y los equipos se enfrentarían sólo a equipos con el mismo número de palancas disponibles.

El jeque Mansour Bin Zayed Al Nahyan, propietario del Manchester City.
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El jeque Mansour Bin Zayed Al Nahyan, propietario del Manchester City.DARREN STAPLESREUTERS

Desde el punto de vista sociológico, el espectáculo es fascinante. Se trata de una lucha a muerte por los recursos para sobrevivir en un mundo globalizado donde el pequeño no puede ni respirar, pero el gigante necesita todo el oxígeno disponible sólo para levantarse de la cama.

Ricos que sólo quieren jugar contra otros ricos, antiguos ricos que sueñan con volver a serlo, superricos en busca de una narrativa y el pueblo llano que ya solo aspira a empatar o ganar de vez en cuando a un grande, lo que es una aspiración muy limitada, un mínimo premio de consolación. Y en medio de esta batalla, muchos clubes empiezan a ver a la UEFA como un viejo manager que vive a costa de los demás y del que se podría prescindir. La Superliga es consciente de la polarización del fútbol, de que hay una desigualdad tremenda entre las ligas de distintos países y entre equipos de una misma liga. ¿Es la Superliga la solución o un nuevo problema? De momento, se mueve ágil como una guerrilla. La UEFA parece un ejército cansado.