Suerte, vista... y al Inter
Hace siete años de la última semifinal de Champions perdida, cuando un agujero negro atrapó al Barça para convertirlo en una picadora de entrenadores: Valverde, Setién, Koeman, Xavi,... Un gran apagón que afectó a la propia estabilidad de la entidad, que zarandeo su nombre y su escudo sin piedad por el caso Negreira. Pero también hace diez años de la última final de Champions que culminó el segundo triplete, la excelencia que solo en España el Barça ha podido alcanzar.
Esta noche puede dar el primer paso para volver a la cumbre tras una década ominosa. Con La Copa en la saca y la Liga más cerca de volver a sus vitrinas, llega el Inter de Milán como penúltimo peldaño hacia la gloria. Hay algo en el ADN italiano que nos causa tanto respeto como admiración, esa capacidad de competir en las peores circunstancias, de sobrevivir con una disciplina más propia de nórdicos que de latinos. Pero así es el Inter, como la última vez que nos vimos las caras, con Mourinho bañándose entre los aspersores del Camp Nou para regodearse frente al graderío de nuestra eliminación en las vísperas de la final del Bernabeu. Ahora, sin que citar una nueva triple corona sea invocar los malos augurios, se nos presenta la oportunidad de acabar ya con la maldición de Liverpool de hace 7 años y hacer funcionar en la vuelta los aspersores de San Siro. Solo queda decir: suerte, vista, …y al Inter.
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