Subversiones coperas en las Saturnales

Los romanos celebraban por estas que hoy son nuestras fiestas navideñas unas Saturnales en las que se incluía la práctica subversiva de que los amos se ponían por unos días al servicio de los esclavos. Algo así me sugieren estas eliminatorias de Copa, en las que equipos de campanillas visitan los sótanos de nuestro fútbol sin nada que ganar y con mucho que perder. El Txingurri Valverde confesó ayer que es cuando peor lo pasa. De hecho, su Athletic estuvo a un penalti de caer ante el Logroñés, y ya se sabe lo que para Bilbao es la Copa. Los que sí cayeron fueron el Valladolid en Ourense y el Mallorca en Pontevedra.

Alejandro Blanco, orensano, me detalló con orgullo cómo los suyos habían remontado sucesivamente el 0-1 y el 1-2 hasta ganar 3-2. Y el cónsul del Pontevedra en Madrid, Xabier Fortes, que se maldice no haber nacido a tiempo para vivir los años del ‘Hai que roelo’, eso que le saco, habla y no para del 3-0 sobre el Mallorca, con Dalisson genial. Duro palo para dos ‘primeras’, batidos por equipos de Primera y Segunda RFEF, tercera y cuarta categorías de nuestro fútbol, a los que sirvieron a domicilio un taquillón y una victoria que les abre el camino para una nueva eliminatoria y quién sabe qué más. Es la subversión de las Saturnales.

Esta noche le toca el trago al Madrid, en el partido más desequilibrado de todos. El taquillazo está servido, pues jugarán en el Cartagonova cuya capacidad es de 15.000 espectadores frente a los 2.000 del campo del Deportivo Minera en Llano del Beal, la pedanía de Cartagena que es su cuna y hogar. Pendiente de la Supercopa, reciente el arrimón de Mestalla y el nuevo berrinche con el incorregible Vinicius, el Madrid tendrá que arremangarse para evitar que le ocurra lo mismo que a esa cuarta parte de los equipos de Primera ya eliminados.