Sorteo desigual, Ancelotti y Alexia
Pocas veces un sorteo ha sido tan desigual. Magnífico para el Madrid, bueno para el Atleti, malo a rabiar para el Barça y el Sevilla. Siempre he pensado que la verdad de estos sorteos está en que del bombo 3 te caiga una piraña. Pues eso les pasó al Barça y al Sevilla, a los que de ahí les saltaron las malas sorpresas del Inter y el Borussia Dortmund. Éste, cierto, ha perdido a Haaland, pero se ha reforzado bien atrás. El Inter ha recuperado a Lukaku. Y lo peor es que en ambos casos el bombo 1 fue implacable: el Bayern para el Barça y el City para el Sevilla. Los del 4, Plzen y Copenhague, sólo cuentan para escapar por la Europa League, mal consuelo.
Todo lo contrario para los madrileños. Al Madrid, que iba en el bombo 1, le salió del 2 el que menos miedo daba, el Leipzig, y del 3 el Shakhtar Donetsk, errante náufrago de un país en guerra. Completa el Celtic, otrora campeón europeo, ahora bandera de un fútbol menor. En cuanto al Atleti, que iba en el 2, le cayó del 1 el Oporto y del 3 el Bayer Leverkusen. Cierra el grupo el Brujas, donde está Jutglà, uno de los salvavidas en que se apoyó Xavi a su llegada. Suena bien el grupo para el Atlético, siempre que encuentre de nuevo la serenidad. Ha tenido una pretemporada rara con el coqueteo con Cristiano y el primer día de Liga en el Metropolitano fue muy desagradable.
Claro que todo es hablar por hablar. El curso pasado el Madrid empezó perdiendo en casa con el peor de todos, el intrigante Sheriff, y acabó poniendo en fila a los primeros de la clase para menearlos por las solapas. Ahora todo empieza de nuevo y a marchas forzadas, porque los grupos han de completarse antes del Mundial. Por lo demás, la gala, sencilla y correcta, nos trajo los anunciados y merecidos premios al Madrid, una magnífica intervención de Ancelotti, que cada vez que aparece se gana el cielo, y la alegría de que Alexia Putellas fuera reconocida como la mejor del año. Eso no se daba por tan seguro y por lo mismo nos produjo la mayor alegría.