Solo Vinicius se lo tomó en serio
El Madrid compareció en el partido con el aire depresivo que desprende en una Liga que desde hace ya mucho tiempo ve perdida y el Villarreal supo aprovechar su momento. Esta vez sólo con el Viniciusistema no alcanzó aunque el brasileño puso todo el empeño en intentar evitar la derrota. Quitando alguna protesta a destiempo que desespera a rivales y compañeros, el brasileño volvió a ser el único futbolista que parecía tener la ambición suficiente para dejar los puntos en casa. Vini ni entiende ni necesita de descansos porque viene avalado por un físico espectacular que le permite seguir corriendo cuando a la mayoría le dejan de funcionar las piernas. Por eso Ancelotti no le quita nunca, aunque dentro de 3 días se juegue la vida en Champions.
Mientras que alguno de sus compañeros trotaban perezosos por el césped, el delantero tiró del carro intentándolo siempre y de todas las formas posibles: marcó, asistió, provocó un millón de faltas y entre sprint y sprint tuvo tiempo para levantar el ánimo de un público que ya sólo vive para la Champions. Su esfuerzo fue al final insuficiente pero resultó muy meritorio y una nueva prueba de que en este momento de la temporada estamos ante un futbolista prácticamente imparable. Seguramente estamos ante el jugador más desequilibrante del momento por su calidad en el mano a mano y su capacidad para repetir esfuerzos durante todos los partidos. Con LaLiga finiquitada Vini tiene que poner el foco para sacar su mejor versión en Copa y Champions porque, con permiso de Benzema, ahora mismo es el foco que alumbra y dirige todo el ataque blanco. Con Vinicius a este nivel de fútbol y ambición Ancelotti y sus compañeros respiran tranquilos porque saben que es prácticamente imparable.