Querer a Vini tal y como es

Pues el Madrid podrá jugar la Supercopa de España con Vinicius Júnior, el mejor futbolista de su plantilla. Algo ha salvado. No voy a opinar sobre la sanción de dos partidos porque no es el tema que me importa para esta modesta columna de opinión. Y porque hay gente mucho mejor preparada que yo para hablar de la idoneidad jurídica de este castigo. Lo que más trascendental me parece en toda esta historia es cómo deben afrontar la situación de Vinicius los directivos del club merengue, el cuerpo técnico, los jugadores y la afición. Por supuesto que uno puede lamentarse cuando ve al joven brasileño caer en las trampas de los rivales, salirse mentalmente de un partido o incluso ser expulsado como ocurrió en Valencia.

Claro que a nadie le gusta que reaccione con tanta ‘furia’ a cualquier entrada de un adversario o a cualquier reprimenda del árbitro. Todos tenemos reproches que hacerle a Vini, pero nadie está en su cabeza ni en su cuerpo. Así que sólo nos queda quererle tal y como es. No podemos aplaudir sus hazañas futbolísticas y rechazar sus errores. Hay que aceptar el paquete completo: virtudes y defectos. Recuerdo cómo al principio se le reprochaba a Benzema una supuesta “falta de sangre” porque no parecía vivir a fondo los partidos. Vinicius es muy diferente. Sus emociones estallan y son una parte importante de su juego. No lo vamos a cambiar.

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